César Sánchez se dirige a los miembros de la mesa técnica, antes de la presentación. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. La futura zona franca y de actividades logísticas de Alicante-Elche se comercializará sin una ubicación final decidida para poder adaptarse al interés de los potenciales inversores. Así lo decidieron este jueves los integrantes de la mesa técnica del proyecto tras analizar y debatir el estudio de viabilidad y hoja de ruta diseñados por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC). La propuesta, que partió del presidente de Cepyme Alicante, Cristóbal Navarro, y fue respaldada por el exconseller Mario Flores (fichado por la Diputación como asesor institucional del proyecto), quedó recogida en las conclusiones del encuentro celebrado en el Museo Arqueológico de Alicante (Marq) para dar un impulso definitivo al proyecto.
Como ha contado este diario, tanto el estudio preliminar del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), de noviembre de 2016, como el informe de PwC apuestan por distribuir la zona en dos emplazamientos: uno en el puerto de Alicante, para aprovechar las conexiones por mar y facilitar el interés de las empresas multinacionales; y un segundo en suelo industrial tierra adentro, que debería estar en Elche para vincular a las dos ciudades en el mismo nodo logístico. Entre los emplazamientos propuestos, el que goza de mayor aceptación es el futuro polígono industrial Porta d'Elx, por la disponibilidad de suelo frente a Elche Parque Empresarial, aunque está alejado del trazado del futuro Corredor Mediterráneo (la estación de AVE de Elche estará en la pedanía de La Matola).
No obstante, tanto Navarro como Flores, y la propia Diputación (representada por su presidente, César Sánchez, y el vicepresidente Carlos Castillo) coincidieron en dejar abierto el diseño final del suelo, para que sean los grandes inversores potenciales los que decidan la ubicación definitiva. "Las ubicaciones tienen que quedar abiertas en función del interés de los grandes inversores, porque cada uno tendrá necesidades distintas", consideró el presidente de Cepyme, quien también apostó por crear una gran conexión entre la zona franca, el Corredor Mediterráneo y la Ruta de la Seda (itinerario comercial entre Europa y Asia) para multiplicar el potencial logístico del enclave. En definitiva, se trataría de que el inversor que actúe, llegado el caso, como 'tractor' del proyecto, se encuentre con un 'traje a medida'.
La segunda gran conclusión a la que llegaron los integrantes de la mesa técnica (Diputación, ayuntamientos de Alicante y Elche, Gobierno, Generalitat, Autoridad Portuaria, Coepa, Cepyme, Cámara de Comercio, Ineca y PwC) es que hay que activar la comercialización del proyecto cuanto antes, aún sin haber definido el proyecto, para que ambos procesos avancen en paralelo. "No podemos poner en marcha el proyecto si no hay inversores interesados, pero no podemos captar inversores si no existe una expectativa de proyecto". Los empresarios presentes en la reunión, que expresaron su máximo apoyo a la iniciativa, pidieron que todos los implicados sean "proactivos" en la búsqueda de inversión. Es decir, todos deben actuar como comerciales de la futura zona franca. Mario Flores se mostró convencido de poder componer "un cuaderno de venta atractivo" por las características del proyecto y de la provincia.
El representante de la Autoridad Portuaria de Alicante (APA), el jefe de Planificación Estratégica, Juan Antonio Ferrero, destacó que se trata de un proyecto "ilusionante" para el puerto, porque consideran que la existencia de la zona franca multiplicará las conexiones de la terminal con terceros países, una de sus "debilidades". En este sentido, lamentó que solo el 10% de los contenedores que se mueven en el puerto están destinados a la exportación (el resto proceden del consumo interno).
La reunión sirvió también para poner de manifiesto la posibilidad de trazar una alianza estratégica entre la futura zona franca y logística y el intercambiador que está proyectado en la Vega Baja. Un proyecto que pretende sacar mercancías de la carretera para moverlas por tren, y que ya tiene una ubicación definida, un estudio de viabilidad de la UA y el proyecto presentado en el Ministerio de Fomento y la Conselleria de Territorio. "Se trata de proyectos complementarios, y por tanto tiene todo el apoyo de la Diputación", señaló su presidente, César Sánchez.
Donde también ha recabado respaldo la zona franca es en la Delegación del Gobierno. El nuevo subdelegado en la provincia, José Miguel Saval, que participaba por primera vez en una reunión de la mesa técnica, destacó durante el debate que la zona franca "pone a Alicante en el mapa del mundo", y que "quien no lo vea así es que no ha entendido nada", en alusión a las reticencias que han mostrado en los últimos meses algunas administraciones, como la propia Generalitat. En este sentido, se ofreció a ejercer de correa de transmisión con los ministerios que estén implicados en el proyecto (Fomento para las inversiones y ayudas, Hacienda para autorizar el reglamento), y avanzó el respaldo del delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, con quien ya ha analizado la iniciativa.
De momento, para terminar de dar el impulso definitivo al proyecto y dotarlo de personalidad 'jurídica', la Diputación ha propuesto que todos los implicados aprueben en sus plenos (en el caso de las instituciones), juntas directivas o consejos de administración un convenio marco por el cual se constituyan oficialmente como órgano. Es decir, no serán aún un consorcio en sentido estricto, porque no existe zona franca a la que vincularse, pero sí se creará una entidad oficial y colegiada para "protocolarizar el compromiso" de todas las partes, según Sánchez. La intención del presidente de la Diputación es que este órgano exista en el plazo de unas tres semanas para agilizar el calendario, y él mismo llevará el documento al consejo de la Autoridad Portuaria, en tanto que vocal.
