ALICANTE. La promotora valenciana Nou Temple y el cumplimiento o no del convenio de acreedores que pactó en 2010 para salir del concurso siguen dando bandazos en los juzgados de lo Mercantil de València. Como ha venido contando este diario, el juez del concurso se ha negado ya en dos ocasiones a liquidar sendas mercantiles del grupo (formado por tres empresas, que fueron las concursadas) a petición de pequeños acreedores, casi todos de la provincia de Alicante, que denuncian el incumplimiento del calendario de pagos. Sin embargo, los incidentes concursales de incumplimiento se siguen sucediendo.
El último, según han confirmado a Alicante Plaza fuentes jurídicas, no llega precisamente de un pequeño acreedor, como los anteriores. Ha sido la misma Seguridad Social la que en esta ocasión ha pedido al juez que lleve a liquidación la mercantil Promociones Nou Temple SLU, por el impago de las cuotas que tiene atrasadas desde la época en la que la crisis obligó a declarar el concurso, en 2008. Hasta ahora, el juez se ha acogido a la cantidad poco significativa que reclamaban los acreedores que pedían la liquidación para rechazar estas solicitudes. Sin embargo, la identidad de este acreedor podría llevar a adoptar una resolución diferente.
En paralelo, otro acreedor, en este caso un particular, ha presentado un nuevo incidente de incumplimiento contra la misma empresa, al incumplir Promociones Nou Temple SLU el acuerdo transaccional al que llegaron en 2016. Según el escrito del acreedor, el grupo que dirige el promotor Vicente Flames le adeudaba 52.000 euros al entrar en concurso, que se redujeron a 26.000 con la quita del 50% aprobada por el 80% de los acreedores. Sin embargo, como denuncian otros pequeños acreedores, Nou Temple incumplió el calendario de pagos tras abonar dos mensualidades, por lo que en julio de 2016 presentó una solicitud de incumplimiento. Durante la tramitación, las dos partes llegaron a un acuerdo transaccional y se retiró la solicitud. Ahora, al incumplir la promotora también este acuerdo, el acreedor vuelve a demandarla.
Por otro lado, dos compradores de dos viviendas de Residencial San Marcos en Els Poblets, cuya promotora era Grupo Temple Obras, Promociones y Desarrollos Urbanísticos SLU (la tercera concursada, que acumula el grueso del crédito pendiente), han pedido explicaciones al juzgado de lo Mercantil para que la administración concursal aclare la obligación de avalar las cantidades entregadas a cuenta por estos pisos, y cuyo contrato fue resuelto por incidente concursal en 2009. Esta promoción se encuentra parada desde febrero de 2008, cuatro meses antes de que la mercantil se declarase en concurso, pero sin embargo la administración concursal apoyó su plan de viabilidad.
Por otro lado, la 'reconversión' del negocio de Flames hacia la explotación de hoteles (como publicó este diario, la única promoción terminada por Nou Temple tras salir del concurso es ahora un hotel) también está generando problemas al empresario. La firma General Constructor, que fue designado administrador concursal en representación de los acreedores, tuvo que desahuciar a principios de marzo a la empresa Servicios Hoteleros Nou Mediterrani (que forma parte del grupo de Flames, según los informes de la administración concursal), que gestionaba el hotel Marina Ataranazas en València. El desahucio se produjo tras más de dos años de impagos, según publicó Levante-EMV. General Constructor ha asumido la gestión directa del hotel de su propiedad, mientras la empresa de gestión hotelera vinculada a Nou Temple vive su propio concurso de acreedores, declarado en abril de 2017.