ALICANTE. La cadena de distribución de ropa deportiva Sprinter, fundada en Elche por las familias Segarra y Bernard en 1995, acaba de cerrar un principio de acuerdo de fusión con otro gigante del sector, el holding portugués Sonae, propietario de la cadena Sport Zone, con el objetivo de llegar a liderar el mercado en toda la península ibérica.
La compañía alicantina, que cerró 2015 con un aumento de su facturación del 21% (llegó a los 164 millones y prevé alcanzar los 198 con datos a fin de 2016), está participada prácticamente a partes iguales por las dos familias fundadoras y por JD Sports otro gran grupo especializado en el textil deportivo líder en Reino Unido que tomó el 50,1% de las acciones de Sprinter en un acuerdo de compra firmado en 2011. La operación se cerró por un importe de unos 20 millones de euros, según fuentes consultadas por Alicante Plaza.
Los tres socios prevén una facturación global de 450 millones y cuentan con una red de 287 establecimientos en toda la península
Ahora, con el anuncio confirmado este jueves, la nueva sociedad fruto de la inminente fusión (al parecer, todavía sin nombre oficial) estará representada en un 50% por JD Sports, mientras que Sonae tendrá el 30% de las acciones y los fundadores de Sprinter, el restante 20%. Según el comunicado difundido por JD Sports y por Sonae, la nueva sociedad resultante de la integración se convertirá en el segundo mayor distribuidor de ropa deportiva de la península, sólo por detrás de Decathlon.
Los tres componentes de esa nueva sociedad suman un volumen de ventas estimado para 2016 de 450 millones y cuentan con una red de hasta 287 establecimientos distribuidos en toda la península: 191 de ellos en España y otros 96 en Portugal. Sólo Sprinter ya supera los cien puntos de venta repartidos por todo el país y da empleo a más de 2.600 personas. Las tres sociedades aspiran a compartir conocimientos, sinergias y estrategias para multiplicar ventas.
Al margen de la cadena de ropa deportiva Sport Zone, el holding portugúes Sonae es el propietario de la cadena de electrodomésticos Worten y de Zippy, dedicada al textil infantil. Se le atribuye el título oficioso de ser el principal empleador privado de Portugal con hasta 40.000 trabajadores.