Hoy es 23 de diciembre

entrevista con el autor de "la economía no da la felicidad"

José Carlos Díez: "Los hoteleros tienen que subir ya los sueldos, han multiplicado su margen"

3/12/2017 - 

ALICANTE. José Carlos Díez (Palencia, 1971), es uno de los economistas más populares del momento gracias a sus apariciones televisivas. Antes del verano fue coordinador de la Ponencia Económica para el 39 Congreso del PSOE, aunque renunció a defenderla por discrepancias con Pedro Sánchez. El autor del libro La economía no da la felicidad, pero ayuda a conseguirla impartió durante el aniversario de Alicante Plaza la conferencia titulada 'Alicante en la era de la tecnología global'. En esta segunda parte de la entrevista, Díez aborda los retos y potencialidades de las exportaciones y del sector turístico de la provincia.


-¿Cómo va a afectar el Brexit a las exportaciones alicantinas, teniendo en cuenta que era uno de nuestros principales mercados?¿Se caerán?

-Bueno, creo que ya os está afectando bastante, sobre todo en el automóvil y sus componentes en Valencia. El Brexit ha sido un grave error del Reino Unido. Es verdad que un error legal, porque los tratados europeos permitían salirse, pero ya se están arrepintiendo. Creo que es un error, porque en el momento de mayor crecimiento en la eurozona desde 2007, el Reino Unido tiene las peores perspectivas de su entorno. Es decir, que algo habrán hecho mal, como los catalanes. Hay que hacer autocrítica.

-¿Cómo ve a las empresas españolas y alicantinas? ¿Tienen claro ya que la digitalización es el futuro?

-Pues de esas hay pocas pero muy competitivas, y son esas las que hay que poner en valor. En el mundo de la tecnología global, tienes que tener un plan, porque si no vas a tener problemas para sobrevivir. Y segundo, ejecutarlo bien y rápido, porque hay otros ejecutando el plan. Si inviertes 64 millones en la Comunitat Valenciana, da igual lo buenos que seáis los alicantinos. Creo que en España y en Alicante hay pocos planes en las empresas, y se ejecutan normalmente lentos. Hay excepciones, como Alicantech, es decir, empiezas a ver cosas que no se veían antes y eso es para ser optimista. Inversores internacionales que traen fondos, el capital se empieza a invertir aquí... Eso te hace ser optimista a 10 años vista. Pero además de quejarse del Gobierno, las empresas tienen que hacer su parte. Hay que mejorar la calidad del empresariado, formarse mejor, porque ser empresario es más difícil ahora que hace 10 años. Y posicionarse mejor en los países donde está la  demanda, posicionarse en productos y servicios que crezcan, en imagen marca, aprovechar la conexión con la universidad... hay mucho por mejorar, y ese es el gran reto de la Comunitat Valenciana si quiere recuperar los puntos perdidos en renta, primero, y segundo, si quiere converger con los países más avanzados en renta por habitante, que creo que debe ser el objetivo. No tienes que compararte con Alemania, que tiene una tasa de crecimiento del 0,5. Te tienes que comparar con Taiwan, que crece al 5, o Filipinas, al 7. O Marruecos, que está aquí al lado y ha hecho Tangermed, una zona portuaria muy atractiva para instalarse empresas.Hasta 1980 mundo era “lo mío para mi, y lo tuyo nos lo repartimos”, y ahora es“lo tuyo lo repartimos y lo mío también”. Quien no entienda que se paradigma ha cambiado, como Lepen, o Puigdemont, lo pasará mal.

-El sector turístico de la Comunitat, que representa alrededor del 13% de nuestro PIB, se opone radicalmente a la tasa turística que están intentanto implantar algunos partidos, como Compromís o Podemos, con más dudas en el PSPV. ¿Cómo lo ve usted?

-El sector hotelero de Alicante, desde 2013, ha debido de multiplicar sus márgenes por siete. Así que lo que tiene que hacer es repartir ese margen en subir salarios, que no lo ha hecho,y por otra parte en mejorar las infraestructuras turísticas, si la tasa está concebida para mejorar el destino. A ver, si lo hace Rajoy, mucho mejor, pero si no lo tendrá que hacer alguien.Porque los turistas vienen, pero vienen hasta que se cansan, y cuando se cansan ya no vuelven, como las aves en Doñana. Y tercero, Estados Unidos recibe los mismos turistas e ingresa cuatro veces en dólares lo que España. Algo pasa.Tenemos una obsesión con la cantidad, y lo que hay es que elegir bien al tipo de turista que queremos que venga, para romper la estacionalidad (aunque cada vez hay menos), porque eso mejora las cuentas de la Seguridad Social, elimina los fijos-discontinuos y la economía sumergida. Ahora estamos en una fase de bonanza para poder trazar una estrategia para elegir bien nuestro tipo de turista. Por ejemplo, sabemos que  los nórdicos gastan más que los del sur de Europa, y que el gran mercado pujante es Asia. El problema es que a ellos no les gustan tanto las playas, y que ya tienen buenas playas allí, de manera que no van a venir por eso. Tienes que trazar una estrategia, y estáis en ello. Aquí el sector privado y el Gobierno deben ir de la mano. Porque estamos regalando el producto: una persona que vive en Londres puede elegir entre comerse una pizza o pasar un día en Alicante con todo incluido, luego algo estás haciendo mal. “Vienen muchos”, claro que vienen, si les sale más barato estar aquí que en casa.

-En el sector rechazan esa subida de precios o la tasa porque consideran que tenemos mucho turista prestado de Turquía y el Magreb, y que si vuelve la estabilidad a la zona se volverán a ir. ¿Cree que es el caso?

Lo que no es normal es que se ha depreciado la libra un 20% y han seguido viniendo. Conclusión, les estaban regalando un un 20% del precio. Si hubieran subido precio y salarios, habrían venido los mismos turistas que hace un año. Es decir, lo estás haciendo mal, no puede ser que se deprecie la libra y sigas teniendo las mismas visitas, estabas regalando el producto. La clave de la tecnología es la que te va a permitir romper el oligopolio de los touroperadores, que son el auténtico problema del sector. El que gana dinero es Booking, y TUI. Pero aquí tenemos muy mala cultura de colaboración empresarial, pésima, y para eso se necesita cooperación entre las empresas, y luego con el Gobierno, para trazar estrategias de segmentación de clientes, donde empieces a trabajar con las universidades y los centros de tecnología a diseñar nuevos productos, por ejemplo el blockchain que va a cargarse a Booking. Hay que trabajar en cómo tus empresas usan el blockchain para ahorrarte el coste del intermediario. Es lo que ha hecho Amazon, o lo que hizo Mercadona en su día con los pequeños comercios. No supone una gran revolución, está inventado. “Este se lleva el 30% del precio, a ver cómo me lo monto yo para coger el pedazo del pastel”. Y, uno, puedes hacerlo solo, que es lo que solemos hacer en España, y que sale mal, o dos, me uno con varios que tienen el mismo problema, y coopero, que es lo que no sabemos hacer aquí. Porque Booking y Amazon sí tienen un plan y además van muy rápido. Hoy por ejemplo sacan un banco fintech. 

-¿Y AirBnB?

-Necesita regulación, porque está teniendo problemas legales en todas las ciudades mundo. Es tan disruptiva, aumenta la oferta tan rápidamente, que rompe los precios de los alquileres y la capacidad de convivencia, ha distorsionado las ciudades. Y esto es termodinámica: si dejas sola a la economía de mercado, surge el caos, el Gobierno tiene que poner orden. Nadie está contra AirBnB, pero tenemos que ordenarlo, porque si no quitaríamos las leyes de inmigracion y viviríamos en otro entorno ultracapitalista. Si le ponemos reglas a los movimientos de capital y de personas, también hay que ponérselas a los movimientos turísticos para que las ciudades tengan cierto orden. Porque además de turismo, en las ciudades viven personas. Dicho de otro modo, AirBnB no vota en Alicante.

Noticias relacionadas

next
x