ALICANTE. Por fin parece que la industria de la Foia de Castalla empieza a ver la luz, nunca mejor dicho. Iberdrola ha comenzado esta semana las obras de la subestación eléctrica que debe garantizar el suministro a las empresas de la zona, y que permitirá crecer al polígono de la Bastá, junto a las naves de Actiu, que lleva cuatro años esperando a que las empresas interesadas comiencen a instalarse. Precisamente, la imposibilidad de contratar el suministro eléctrico por la ausencia de esta subestación había estado frenando la implantación de nuevas industrias en la zona, así como la ampliación de instalaciones de otras existentes.
Según han informado fuentes de la asociación empresarial de Ibi y comarca, Ibiae, este martes han comenzado los primeros trabajos de movimientos de tierras para la preparación de la plataforma de la futura subestación ST Bastá, después de que el pasado 27 de abril se efectuase la tirada de cuerdas para la delimitación exacta de la parcela. El conseller de Economía, Rafael Climent, por su parte, ha señalado en un comunicado que la subestación (la primera de las dos que están previstas en la zona) está valorada en 3,7 millones de euros.
Iberdrola firmó recientemente el contrato para disponer de la parcela sobre la que construir la subestación, unos terrenos por los que ha pagado un canon de 477.599 euros. El conseller, que se implicó para desbloquear la obra, destaca que el proyecto es "vital" para el desarrollo industrial "porque da respuesta a la saturación y la falta de potencia en la alimentación eléctrica".
Para evitar complicaciones técnicas y medioambientales, así como para reducir los costes para el sistema eléctrico, en su momento se acordó la construcción de dos subestaciones eléctricas (denominadas ST Castalla, de 220 kV, y ST Bastá, de 132 kV). En paralelo al comienzo de las obras de la ST Bastá se está trabajando en la tramitación de la subestación Castalla (situada entre la CV-811 y la CV-80) y "consensuando temas de implantación con Iberdrola y Red Eléctrica de España", según señalan desde Ibiae.
La asociación empresarial considera una buena noticia el inicio de las obras, dado que se han pasado la última década peleando para que el Gobierno construyese una subestación eléctrica que abasteciese a las nuevas empresas de la zona, tanto de Castalla como de la propia Ibi, Onil y Tibi (uno de los dos grandes polos industriales de la provincia junto con Elche). No obstante, "seguimos trabajando para que nos concreten cómo será la distribución de los costes, tanto de la subestación como de las instalaciones, para cada solicitante de energía. Consideramos que concretar estos puntos es casi más importante que la construcción de dicha subestación", advierten.
Tras años de reivindicaciones, a finales de 2011 el Gobierno incluía la subestación de Castalla en la planificación nacional del periodo 2012-2016, y el Ayuntamiento anunciaba que en unos meses las empresas podrían comenzar a solicitar licencias para el polígono de la Bastà. Pero las características del proyecto (la necesidad de soterrar la línea desde el tendido de Villena) lo excluyeron de la planificación nacional y lo enviaron otros cuatro años a la nevera. Ya en 2015 se volvía a autorizar, aunque con modificaciones. Se cambió el emplazamiento y el tendido al que se iba a conectar (el de Ibi) para que cumpliera las condiciones necesarias para ser sufragada por el Estado. Red Eléctrica Española la volvía a tener entre sus proyectos para la actual planificación nacional.
El pasado octubre se publicaba en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) la modificación del proyecto y la autorización a Iberdrola para construir una pequeña segunda subestación, que comience a dar servicio al polígono en dos años, mientras Red Eléctrica Española llega con la subestación definitiva. "La subestación era compartida entre Red Eléctrica, que se encarga del transporte, e Iberdrola, para la distribución. Lo que hemos propuesto es construir una pequeña subestación para comenzar a funcionar", explicaban entonces desde la eléctrica. "Con las actuales instalaciones se está limitando el crecimiento industrial y poblacional de Castalla".
En teoría, Iberdrola cobrará un sobreprecio al coste del engache cada vez que una empresa solicite conectarse a la subestación de Bastá para sufragar la construcción de la subestación (la futura de Red Eléctrica correrá a cargo del Gobierno). "Pero no sabemos qué cantidad va a ser, en cuántas partes van a dividir la cantidad de 3,7 millones... ¿una vez que se haya pagado, quién controlará que no sigan cobrando de más?", critica el director de Ibiae, Héctor Torrente. "Hay polígonos vacíos porque no tenemos luz, y otros que se están desarrollando (el de L'Alfaç en Ibi está en plena ampliación), y no sabemos si podrán conectarse o no".