ALICANTE. El debate del presupuesto municipal de 2018 puede tensar todavía más la frágil unión que aún pueda conservarse en el tripartito de Alicante, después de que Guanyar y Compromís hayan exigido la dimisión del alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE), tras su imputación por prevaricación administrativa en el llamado caso Comercio. La prueba más evidente de esa fragilidad es la posición que manifestó este viernes el vicealcalde y portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón (a preguntas de este diario sobre la confección de las cuentas), al exigir que la propuesta definitiva se eleve a la consideración de las Juntas de Distrito "como establece el Reglamento de Participación Ciudadana".
"No es que lo diga Guanyar, es que lo dice ese reglamento, y no podemos estar a estas alturas de mandato teniendo que recordar cuál es el proceso a la hora de tramitar un presupuesto", insistió. "Nosotros vamos a exigir que la propuesta se abra a las aportaciones de los ciudadanos a través de las Juntas antes de que sea elevado a la consideración del Ministerio de Hacienda y antes de que se lleve a la Junta de Gobierno para su aprobación", recalcó. "No sirve de nada que se les informe después de algo que ya no se puede modificar", añadió.
¿Qué sucederá si no se sigue ese camino? Lo cierto es que la aprobación de las cuentas del próximo ejercicio podría quedar más que amenazada. Pavón no llegó a considerar que esa hoja de ruta fuese una condición sine qua non para que Guanyar votase a favor, pero sí abundó en que "desde luego es algo básico que ya le transmitimos a la concejal de Hacienda hace meses y que le vamos a volver a plantear", recalcó.
Ni Guanyar ni Compromís han valorado todavía la propuesta planteada por la Concejalía de Hacienda
En esta línea, consideró inexplicable que se dé traslado de una propuesta "sin que se celebre una reunión de equipo de Gobierno para tratar sobre el documento definitivo" elaborado por la Concejalía de Hacienda que dirige la edil Sofía Morales (PSOE) a partir de las aportaciones de todos los departamentos "sin que antes haya habido una puesta en común". "Parece que se nos quiera obviar y que no hayan tenido en cuenta que sin Guanyar no se puede aprobar un presupuesto", recalcó.
Como publicó este diario, el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, anunció el pasado miércoles -en respuesta a la petición de dimisión formulada por la ejecutiva de Compromís antes del próximo pleno de octubre- que su intención era seguir presidiendo los próximos plenos y que ya se había cerrado la elaboración de las cuentas de 2018 con el objetivo de aprobarlas antes de que finalizase diciembre. Según fuentes municipales, los ediles de Compromís recibieron la propuesta el lunes y los de Guanyar, el miércoles. Como ha sido habitual en la confección de los dos presupuestos anteriores del tripartito (2016 y 2017), el documento definitivo no contempla todas las peticiones de fondos formuladas desde cada concejalía, al exceder las capacidades del Ayuntamiento. Hasta la fecha, ni Compromís ni Guanyar han llegado a valorar oficialmente el documento propuesto al no haber concluido su revisión en profundidad, según las mismas fuentes.
Para que el presupuesto prospere, el equipo de Gobierno debe reunir más votos a favor que en contra. El tripartito compuesto por PSOE, Guanyar y Compromís cuenta con el teórico respaldo de 14 concejales por lo que sigue requiriendo que al menos un edil de la oposición lo apoye o se abstenga, como sucedió con el presupuesto de este ejercicio. Sin el respaldo de los cinco concejales de Guanyar, la aritmética se complicaría todavía más.