ALICANTE. El próximo martes, a las 15 horas, finaliza el plazo de presentación de ofertas para hacerse con el 15,07% de las acciones del Hércules y el derecho de crédito contra su Fundación, cuyo importe asciende a 15.425.002,95 euros y en virtud de cuyo impago está embargado el 72,71% del capital social del club blanquiazul titularidad de aquella.
Será ese día cuando se sepa oficialmente si hay un ganador de una subasta que convoca y también gestiona el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y en la que para participar se han de depositar 29.890.98 euros y pujar por un mínimo de otros 597.819,46. El objetivo de este procedimiento es seguir compensando (toda piedra hace pared) el agujero millonario que provocó en las arcas públicas, el tristemente famoso aval de 18 millones de euros que el banco del Consell otorgó a la Fundación del Hércules para la concesión de un préstamo del mismo importe por la desaparecida Caja de Ahorros del Mediterráneo allá por 2010.
De haberlo, el adjudicatario se convertirá en propietario del 15,07% del Hércules y en el máximo acreedor de su Fundación pero esta seguirá siendo la titular de la mayoría accionarial del club blanquiazul mientras el ganador de la subasta no logre la ejecución del citado embargo, algo que no le será fácil...
La explicación para esto último es muy sencilla: la Fundación, su patronato, sigue el dictado de Enrique Ortiz quien a través del consejo del Hércules ha nombrado en el pasado unos patronos entre los que destaca José León que, sin ir más lejos, el pasado mayo se convertía también en consejero de la mano de Juan Carlos Ramírez. Es decir, que salvo que el constructor y su socio, el empresario vasco, sean los adjudicatarios de la subasta (seguirían votando lo que Ortiz marque, por ejemplo a favor de una operación acordeón como la abortada en su día por el banco del Consell), la Fundación no va a poner nada fácil las cosas hasta el punto incluso solicitar su liquidación voluntaria, algo que comportaría una nueva subasta y que el ganador de la puja de este lunes tenga que emular al IVF en la subasta de Aligestión para hacerse con las acciones del Hércules.
Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez que han mostrado interés por pujar pero por una cantidad sensiblemente inferior al precio mínimo fijado finalmente por el IVF tienen, por tanto, la posibilidad de no acudir a la subasta o desembolsar los 600.000 euros de rigor y, en ambos casos, aguardar a saber si alguien ha pujado (si la subasta queda desierta, el IVF puede convocar una segunda por un precio inferior) y les ha ganado..., un partido que no la liga.
Por cierto, para el caso de que decidan finalmente hacer una oferta, podrán utilizar el dinero obtenido por Enrique Ortiz e Hijos en la liquidación de Aligestión Integral, una suma superior a esos 600.000 euros.