ALICANTE. La Autoridad Portuaria de Alicante vuelve a rebajar las aspiraciones del alcalde, Gabriel Echávarri, respecto a su propuesta para desviar el tráfico que circula por el paseo de Conde de Vallellano a través de un puente que cruzaría la bocana del Puerto. Se trata de la nueva versión del proyecto que había planteado inicialmente, en el que se contemplaba la construcción de un túnel submarino, y que encarece el presupuesto inicial de esa inversión, al pasar de una previsión de 30 millones a más de 82.
Fuentes de la Autoridad Portuaria han confirmado este jueves a través de un comunicado que Echávarri mantuvo un encuentro con el presidente, Juan Antonio Gisbert, "a quién enseñó el diseño de este nuevo anteproyecto, que, efectivamente, salva los dos obstáculos que hacían inviable el primer dibujo presentado, ya que mantiene en su integridad el recinto fiscal y, además, prevé una línea de comunicación de los muelles de levante y poniente paralela a la Explanada de España".
Como informó este diario, la Autoridad Portuaria no descartó de plano la ejecución del primer proyecto que preveía el mencionado túnel submarino, pero sí advirtió de que no era viable en la forma en la que se había planteado inicialmente, hasta que sufrió una primera modificación para reorientar su conexión con el acceso a Poniente por Panoramis. En ese momento, se supeditó cualquier posicionamiento definitivo a tener mayor conocimiento sobre la propuesta.
En esta línea, el comunicado difundido este jueves, la Autoridad Portuaria señala que "como ya se señaló tras la entrevista que hace algún tiempo mantuvieron el alcalde y el presidente de la Autoridad Portuaria en el despacho del primero, la APA mostrará la máxima colaboración posible para estudiar la viabilidad técnica y jurídica de una actuación de estas características, que implica, al menos, a tres administraciones distintas". Y añade: "Esperamos poder contar con el proyecto tan pronto como sea posible. Por el momento no podemos añadir nada más".
La valoración oficial del Puerto, en consecuencia, mantiene el mismo nivel de prudencia y de escepticismo respecto a la propuesta inicial, salvados dos escollos que ya se habían dado por superados en la primera versión del proyecto al redirigir el túnel hasta el entorno de Panoramis, en Poniente, sin partir la unidad de control fiscal del recinto portuario.