ALICANTE. Compromís se queda en el Gobierno de Alicante y mantendrá su alianza con el PSOE con el plazo límite del final de año. Eso sí, con la condición de que se busque una alternativa a Echávarri para relevarlo en la Alcaldía si en estos dos meses se produce un auto de apertura de juicio (no de procesamiento, sino en la última fase procesal antes de tener que sentarse en el banquillo de los acusados) relacionado con alguna de las dos investigaciones en las que se encuentra inmerso. Ese relevo incluye una coletilla: se buscará siempre que sea posible mantener el gobierno de izquierdas. Es decir, que se disponga de los 15 votos (la mayoría absoluta) que resultan necesarios para investir a un nuevo alcalde, de modo que se pueda "seguir aplicando políticas en beneficio de los ciudadanos".
Esos son, a grandes rasgos, los términos del principio de acuerdo alcanzado este martes tras la segunda reunión de la comisión negociadora de PSPV y Compromís para tratar de solventar la crisis de gobernabilidad desatada en el Ayuntamiento de Alicante tras la implicación del primer edil en dos investigaciones distintas: el presunto fraccionamiento de contratos del caso Comercio y el despido de la cuñada del portavoz del PP, Luis Barcala.
Ahora bien, las explicaciones facilitadas por los dos aliados incluyen versiones con ciertas divergencias. El pacto, que se alcanzó tras cerca de seis horas de reuniones y contactos bilaterales, supone de facto un balón de oxígeno para los socialistas que, por el momento, no tendrán que enfrentarse a la amenaza de tener que gobernar sin el respaldo de su socio preferente. Además, se ajusta a la hoja de ruta con la que se venía trabajando: ganar tiempo en busca de un posible carpetazo de las dos investigaciones seguidas contra Echávarri que, según se insiste en el PSPV, siguen todavía en una fase muy inicial.
Compromís, por su parte, da un paso atrás y relaja la firmeza de su posición. Tanto su ejecutiva como su asamblea habían aprobado una resolución por la que habían anunciado su marcha del Gobierno antes del pleno de este jueves si Echávarri no renunciaba al cargo. Como viene informando Alicante Plaza, la imputación judicial por el caso Comercio había sido la gota que había colmado el vaso para forzarles a tomar esa determinación tras dos años de desencuentros y de enfrentamientos como consecuencia de algunas de las decisiones adoptadas por el primer edil. Ahora, la decisión sobre su ruptura del pacto de gobierno queda en suspenso hasta final de año: "La posición es la misma, sólo que el reloj se para como dijimos que pasaría si se abría un proceso de diálogo para solventar la situación".
¿Qué ocurrirá si en esa fecha la situación del primer edil no se ha despejado? Es decir, ¿qué pasará si continúa inmerso en alguna de las dos diligencias sin que hayan llegado al carpetazo ni al auto de apertura de juicio? Aquí es donde llegan las divergencias entre los dos socios. Fuentes del PSPV indicaron que, en ese supuesto, volverá a producirse una renegociación para tomar decisiones. "No vamos a adelantar escenarios, en ese momento ya se verá", indicaron dirigentes socialistas que participaron en la comisión negociadora.
Fuentes de Compromís, sin embargo, señalaron que en esa hipótesis (que todo continúe como hasta ahora), Echávarri también deberá renunciar al cargo para permitir que se vaya a un nuevo pleno de investidura. Es más, según los nacionalistas, esa dimisión también deberá producirse en el caso de que la investigación que todavía se instruye en Fiscalía a cuenta del despido de la cuñada de Barcala se convierta en diligencias judiciales y de que el primer edil sea llamado a declarar en calidad de investigado (la figura que sustituye a la antigua imputación).
¿Por qué motivo se ofrecen dos versiones distintas sobre ese principio de acuerdo? Imposible de descifrar. Lo único que se aporta al respecto desde las filas de Compromís es que existe un principio de acuerdo plasmado por escrito que es el que refleja los tres escenarios para la salida de Echávarri: auto de apertura de juicio, segunda imputación formal por parte de un juez y que todo continúe como hasta ahora a cierre de año. Ese principio de acuerdo debería firmarse el próximo jueves con la intervención de las direcciones local y autonómica de los dos partidos, siempre según Compromís.
Mientras, eso sí, se habrá desarrollado un nuevo sistema de convivencia en el gobierno similar al que se aplica en el Consell del Botànic, con reuniones semanales para mejorar la comunicación interna y citas periódicas de coordinación y evaluación, supervisadas por una comisión de seguimiento que hará funciones de arbitraje. Esa comisión estará compuesta por miembros de las direcciones de los dos partidos, con representantes locales y autonómicos.
El principio de acuerdo está abierto a la participación de Guanyar. PSPV y Compromís tratan de abrir conversaciones con la plataforma electoral que lidera EU con el propósito de procurar la continuidad de un gobierno estable. De hecho, se aspiraba a que la asamblea de Guanyar prevista para la tarde-noche de este martes no acordase su salida del tripartito con el propósito de sumarlos al acuerdo de refundación del equipo de Gobierno.