por no estar desarrollado y sus malas conexiones

El informe original de la zona franca rechazó el suelo que ahora ofrece Elche

17/04/2017 - 

ALICANTE. El de la ubicación de la futura zona franca de Alicante-Elche, si llega a materializarse, es uno de los asuntos más espinosos de cuantos rodean a esta iniciativa que no termina de gozar de la confianza de todos los implicados. La 'hoja de ruta' diseñada por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) propone varias ubicaciones en el área de influencia de la capital alicantina y la ciudad de las palmeras, que deben ser complementarias de la principal, en el puerto de Alicante.

En este debate, y para implicar a la ciudad de Elche, que es la que mira el proyecto con más reticencias (el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, es en cambio más proclive), PwC propuso, como ya había hecho Ineca en su informe original, que parte de la zona se localice en suelo industrial de su término municipal. La idea original era habilitar un espacio en el actual Elche Parque Empresarial o en su futura ampliación (que estará terminada, en principio, en 2018), pero el Ayuntamiento que preside Carlos González lo descartó porque no hay disponibilidad. La solución alternativa, aportada por el Consistorio ilicitano y aceptada por el resto de actores, es el futuro polígono industrial Porta d'Elx.

Curiosamente, este emplazamiento ya fue descartado en su momento por el informe original sobre el impacto económico y las características que debería tener la zona franca, elaborado en 2015 por los técnicos del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) a petición de la Diputación de Alicante (la creación de este espacio era un compromiso electoral del presidente del PP de Alicante, José Císcar, que luego renunció como candidato a la presidencia provincial en beneficio de César Sánchez para facilitar el pacto con Ciudadanos). 

El motivo para descartar este emplazamiento, que según ha podido saber Alicante Plaza se llegó a visitar durante los trabajos de campo del informe original, fue doble: por un lado, que se trata de un proyecto aún por desarrollar (mucho más hace dos años, cuando solo era una idea del concejal de Economía, Héctor Díez); y por otro, la falta de conexión de la zona donde está proyectado (junto al antiguo Camino de Castilla) con las infraestructuras de transporte a las que debe acercarse la zona franca: el puerto, el aeropuerto y el Corredor Mediterráneo.

Los autores del informe original valoraron, según las fuentes consultadas por este diario, prácticamente una treintena de emplazamientos industriales posibles en la provincia, para después cribarlos y ceñirse a media docena. Entre sus preferidos, al margen del propio puerto de Alicante, precisamente el que no está disponible: Elche Parque Empresarial. Pero también otros polígonos de Alicante e incluso del interior y del sur de la provincia.

En cualquier caso, en la primera reunión de lo que tiene que ser el futuro consorcio de la zona franca (si es que ésta llega a constituirse), en la que se presentó la 'hoja de ruta' de PwC, se acordó, pese a que no todos los participantes lo veían del mismo modo, dejar el emplazamiento "abierto" para que sean los potenciales inversores los que decidan dónde les interesa instalarse. Eso sí, de entre los espacios disponibles. Por ello, la empresa de cartografía Geonet (dependiente de la Diputación) y la consultora ya trabajan en un cuaderno de venta que 'afine' los espacios disponibles para ofrecerlos a las empresas interesadas, tal como adelantó este periódico.

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