ALICANTE. La ruptura del tripartito de Alicante, certificada el miércoles con la salida de Compromís, abrió este jueves una nueva etapa en el Ayuntamiento de Alicante con una jornada que prepara el camino para el gobierno a seis anunciado por el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri. El primer día de convivencia de PSOE y Guanyar al frente del Ayuntamiento se saldó con la celebración de una Junta de Gobierno de carácter extraordinario a la que la plataforma electoral encabezada por EU decidió no acudir en señal de protesta contra el enroque del primer edil en el cargo y contra el acuerdo que se adoptó.
La sesión contaba con tres puntos del orden del día que, en realidad, se resumían en uno: una reconfiguración del funcionamiento de la propia Junta de Gobierno, que pasa a asumir las delegaciones gestionadas hasta ahora por los tres ediles de Compromís, y su propia recomposición, por la que el PSOE toma el control de ese órgano de representación política en el que se adoptan la mayor parte de las decisiones municipales de las que depende la gestión de la ciudad. Prácticamente todas, salvo la aprobación del presupuesto (y sus posibles modificaciones) y las relacionadas con instrumentos de planificación urbanística, que deben ser aprobadas necesariamente por el pleno. Desde este jueves, el PSOE tiene garantizado su control al contar con seis representantes frente a los cuatro de Guanyar. Hasta ahora, la Junta estaba compuesta por cuatro miembros socialistas, cuatro de Guanyar y dos de Compromís.
En realidad, parte de ese acuerdo ya lo había anticipado el primer edil en su comparecencia del miércoles, al anunciar que tras la salida de sus socios de gobierno (primero, la de Compromís, y previsiblemente, el próximo miércoles, la de Guanyar) las decisiones relacionadas con las concejalías que gestionaban se tomarían de manera colegiada en la Junta de Gobierno, sin que existiese un concejal delegado para cada una de ellas.
Ese anuncio, y el primer movimiento en esa dirección acordado en la Junta de Gobierno, ya generó este jueves preocupación y dudas entre los funcionarios municipales, según manifestaron representantes sindicales a Alicante Plaza. Tanto es así que ya se plantea una reunión de la Junta de Personal que agrupa a los dirigentes de los cinco sindicatos con representación en el Ayuntamiento (SEP, CCOO, UGT, SPPL y CSIF) con el propósito de solicitar un encuentro informativo con el primer edil para que les dé cuenta de cómo se va a organizar el funcionamiento interno a partir de ahora. Esa Junta podría convocarse a finales de la próxima semana. Portavoces sindicales consultados precisaron que "hasta ahora no existen precedentes en el Ayuntamiento de Alicante de que se funcione con solo seis concejales en el equipo de Gobierno así que desconocemos cómo vamos a trabajar a partir de ahora".
En esta línea, apuntaron que los funcionarios seguirán desempeñando su labor y no habrá ningún bloqueo ni parálisis, "como tampoco lo hubo en el conjunto del Estado en el periodo en el que el Gobierno estuvo en funciones", entre diciembre de 2015 y junio de 2016. Sin embargo, las mismas fuentes sí contemplaron que podría retrasarse la toma de decisiones en las áreas en las que no exista un concejal delegado responsable "si todos los acuerdos tienen que pasar por la Junta de Gobierno" que habitualmente se reúne con una periodicidad semanal, salvo que existan cuestiones que requieran urgencia (cuando se convocan reuniones extraordinarias). Ese temor se extiende por lo que respecta a expedientes que requieran de la firma de un cargo de representación política: "Hay acuerdos, en cuestiones como el área de Recursos Humanos, que se pueden tomar con la firma de los jefes de servicio, pero en otras, como las contrataciones, que, además, necesitan de la firma del concejal", incidieron. De ahí que considerasen que muy probablemente el funcionamiento no será ágil.
Los trabajadores municipales garantizan el funcionamiento del Ayuntamiento pero sostienen que no será ágil
Lo cierto es que Echávarri ya mantuvo este jueves reuniones con los jefes de servicio de las concejalías gestionadas por Compromís para ponerles al corriente de la nueva situación. Portavoces de Alcaldía precisaron, además, que en el caso de que sea necesario se convocará más de una Junta de Gobierno a la semana "puesto que es mucho más accesible convocar a seis concejales de un partido que a nueve de tres". En este sentido, las mismas fuentes señalaron que no existen tantos asuntos que requieran de urgencia y apuntaron que sí habrá una figura representativa, si no un concejal delegado, que asuma esa labor de firma. También apuntaron que se espera la incorporación de "nuevos asesores cualificados" para asistir la labor de los seis concejales, cuando se produzca el previsible abandono del grupo municipal de Guanyar. ¿Cuántos asesores? "Lo lógico esa que haya uno por concejalía que es lo que hay ahora", apuntaron.
En esta línea, lo que sí parece descartarse es la posibilidad de acordar el nombramiento de directores generales, al tratarse de una decisión que debería pasar por el pleno "y la intención no es crear ningún conflicto, sino trabajar y gestionar por la ciudad", incidieron. Todo dependerá, añadieron, de "cómo evolucionen los acontecimientos, porque podría darse el caso de que Compromís regrese al equipo de Gobierno" en el supuesto de que se archiven las dos causas abiertas contra el primer edil: la relacionada con el supuesto fraccionamiento de contratos del llamado caso Comercio y la que investiga el despido de una empleada municipal, cuñada del portavoz municipal del PP, Luis Barcala.
¿En qué situación queda ahora el grupo municipal de Compromís? Los representantes de la coalición presentaron este jueves un escrito por el que comunican que harán uso de las dos retribuciones que les corresponden para disponer de asesores municipales (que se distribuirán entre tres personas) y que quedan expuestos a la propuesta de asignaciones que Alcaldía determine para sus tres concejales en las mismas condiciones que el resto de grupos de la oposición, sin ningún trato especial.