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LOS COMERCIOS DEL CENTRO SIGUEN INDIGNADos

El cierre de la Corredora no se ha traducido en mayores ventas, denuncian los comerciantes

17/05/2017 - 

ELCHE. Con bastante indignación. Así es como siguen viviendo la mayoría de comerciantes de la calle Corredora, una de las principales de Elche, el cierre al tráfico de la misma los sábados desde el mediodía como paso previo a su futura peatonalización. El objetivo de la misma, según indicaron en su momento desde el equipo de gobierno, es el de conseguir un centro más accesible a la ciudadanía, generar un mayor acercamiento al comercio y hacer de Elche capital verde europea. Sin embargo, la medida no ha gustado entre los comerciantes de esta calle y alrededores, que denuncian que desde el cierre de la misma a partir de las 12:00 horas los sábados, han notado cómo tienen menos afluencia de clientes y por lo tanto menos ventas.

Como protesta por esta medida, que además señalan que no se consultó con ellos y que se hizo de forma unilateral, en marzo entregaron en la OMAC más de 1200 firmas; hoy ya son 2000 las que se han recogido, puesto que han apoyado esta campaña la mayoría de comercios de la zona. Aunque algunas comerciantes muestran cierto desánimo con las mismas, y hacen referencia a que a pesar de haber presentado una moción con la oposición para pasar el cierre de sábado a domingo, la cosa sigue igual y sin visos de cambiar, lamenta la dueña de esta imprenta. Indica que “puede que esta medida sea buena en un futuro, pero cuando haya un mercado central, mientras que no exista el mercado, seguirá habiendo menos gente”.

El marco del mercado central y el parking en el centro

Y esta es una de las cuestiones a tener en cuenta con esta problemática, que a pesar de que hay muchas quejas por el cierre de los sábados al tráfico, el problema viene de más atrás, y ahí hay que sumar el marco general de crisis, pero con un punto importante: la falta de un mercado central que arrastre a gente a comprar, dada su situación hoy. Según coinciden varios comerciantes de la calle y alrededores, en el centro sólo se está quedando la gente mayor y el poder adquisitivo ha bajado, por lo que esta medida empeora la situación. “Hay más ambiente de paseo, pero no de compra”, comentan desde tiendas como Oysho, en las que indican que “hasta las 12 que hay tráfico hay ventas, después se nota mucho cómo bajan”.

No obstante, cada tramo de la Corredora tiene su problemática, a quienes están cerca del mercado, como Ana Filardi, dueña de la tienda de calzado, les afecta que no haya un proyecto, ya sea nuevo o rehabilitador, que arrastre a la gente al comercio. En la óptica de Alain Afflelou, por ejemplo, a quien también afecta el cierre con menos ventas, no llega ni el mercado ni las medidas que periódicamente se aplican para dinamizar el comercio (actividades culturales, productos en la calle, música…), por lo que desde Semana Santa ofrecen parking gratis para ver si así atraen a más personas. E indican que los comerciantes deberían apostar conjuntamente por algunas medidas de este estilo para intentar atraer clientes.

Respecto a esas actividades para hacer del comercio una experiencia más dinámica, desde algunos establecimientos apuntan que sólo afecta a los tramos en los que tienen lugar: “lo que se hacen en la Glorieta se queda ahí, no pasa al resto de la calle, y con las batucadas lo mismo, está muy bien, pero después la gente no se acerca a comprar”, indican. No obstante, ahora que llega Elx al Carrer, algunas como Filardi esperan que eso ayude a aumentar algo las ventas, porque en otras ocasiones sí que ha atraído al público hacia los comercios.

La falta de tráfico, en general, no contenta a prácticamente nadie que tenga su establecimiento en la calle Corredora, como comenta la dueña de Calzedonia, Lola Maoloni, “mis clientes se van a la tienda del Aljub para ahorrarse el parking del centro”, que además es otro de los temas candentes de este problema. Como indican desde la tienda de ropa Conchetta, “los parkings no están bien señalizados y además aquí son caros” y apunta que esta medida “es un fracaso para los comerciantes porque la ciudad no está preparada”. Cree es una buena idea, “pero así no”, dado que no hay alternativas para que la gente de los barrios pueda bajar con el coche. Como matiza su hermana, agradece que haya menos ruido por la falta de coches, pero “nosotras ganamos ventas por el escaparate, y si se cierra al tráfico tenemos menos opciones”, y relata que los sábados han ido a peor también desde que está el Centro Comercial L’Aljub.

Por otra parte, no se trata sólo de una cosa del pequeño comercio, ya que la encargada de la poderosa Zara también señala que se ha notado mucho la bajada de actividad en la tienda tras el cierre al tráfico. A este respecto, también es un sentir de parte de los establecimientos, “habría que peatonalizar el casco antiguo”, como señala Filardi, pero teniendo alternativas para el aparcamiento. Y lo dicen otras dueñas, que ven con envidia cómo otras capitales tienen esa peatonalización en el centro mientras que hay gente que consume.

No obstante, aunque en la zona son minoría, algunas voces también apuntan que hace tiempo que los sábados hay pocas ventas, y que se debe a otros factores como las ventas por Internet o la llegada de centros comerciales, narra la dueña de una relojería. Por su parte, otras dueñas como María Jesús Domingo, indican que “esto es una propuesta a largo plazo, y que no se lograrán cambios si no se intenta nada”, y hace referencia a las grandes ciudades y el comercio en zonas peatonales. Es vocal de la Nueva Asociación de Comerciantes de Elche (NACE) aunque opina a nivel personal, e indica que en la asociación, que se ha mantenido al margen de la recogida de firmas, no hay consenso con la propuesta, hay gente a favor y en contra —la mayoría que sufre ese corte del tráfico—.

Algo que evidencia que se trata de un problema complejo ya que hay varios factores que afectan como la incertidumbre de qué pasará con el mercado central, las propuestas dinamizadoras que sólo llegan a determinadas partes del comercio y que en ocasiones llegan a este por goteo, así como los aparcamientos y su falta de señalización, y, por supuesto, la crisis económica.

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