ALICANTE. El desescombro está en marcha. Una cooperativa de viviendas (OFINAVE) acaba de iniciar los trabajos de demolición del que puede ser uno de los últimos vestigios del urbanismo predesarrollista de Alicante: el inmueble que se reparte entre los números 24 y 26 de la Rambla, esquina con la calle San Isidro. Se trata del edificio que hasta hace poco albergó uno de los locales de ocio más veteranos del Centro: el pub Havana. El proyecto, que prevé la construcción de un edificio para oficinas y viviendas de nueva planta, inició su tramitación hace nueve años y ha pasado por las manos de varios propietarios hasta llegar a contar con todos los parabienes municipales, a finales de 2016.
El diseño de la nueva promoción corre a cargo del reconocido arquitecto Javier García-Solera y comprende la construcción de 22 viviendas, oficinas y bajos comerciales en una estructura de planta baja y siete alturas, además de tres plantas de aparcamiento subterráneo.
Las obras pondrán fin al que pasa por ser uno de los últimos supervivientes de la edificación de principios del siglo XX (fundamentalmente por lo que respecta al número 24) que aún permanecen en pie en pleno corazón de la Rambla, casi frente al edificio del Banco de España. Según pudo constatar este diario, el inmueble no está amparado por el catálogo de protecciones y su demolición cuenta incluso con informe favorable de Cultura. Con todo, según las fuentes consultadas, destaca por albergar algunas huellas simbólicas, como uno de los modelos de farola que se instalaron en Alicante durante el periodo de la República. Hasta ahora, la cooperativa que promueve las obras ha iniciado la demolición de la estructura interna para lo que se ha visto obligada a vallar la fachada.