ALICANTE. El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, está meditando la renuncia a la competencia de Comercio que él asume de forma directa. En principio, la cesión sería en favor de otro edil del equipo de Gobierno, aunque también podría nombrar a un delegado no electo como prevé la Ley de Grandes Ciudades. Su intención, filtrada este miércoles a través de un medio de comunicación en el que ya se filtró el cambio del proyecto para desviar el tráfico de la Explanada hacia un túnel submarino ahora sustituido por un puente, llega después de la polémica por las facturas del área de Comercio sobre 25 encargos directos por un importe global de 189.000 euros que el PP ha denunciado en Fiscalía por un supuesto fraccionamiento de contratos.
También después de que se suspendiese un encuentro institucional con representantes de Ikea tras la negativa de Echávarri de participar en esa reunión al considerar que no era "al más alto nivel" y después de que se produjese el despido de la cuñada del portavoz del PP, Luis Barcala, con el argumento de que había sido contratada para desempeñar unas funciones que ya no eran necesarias.
Hasta ahora no se conoce quién podría asumir la delegación de Comercio. Tampoco cuándo se podría producir esa cesión de competencias de una de las áreas que el primer edil siempre ha considerado clave en la evolución económica de la ciudad. ¿Se trata de una huida hacia adelante o una cortina de humo? Sólo el tiempo lo resolverá.