Cosas que nunca te dije

ALICANTE. Habrá Hércules 2018/19. Así lo aseguran desde el club, todo y la amenaza de liquidación que planea sobre el mismo, ahora no solo por los impagos a la Agencia Tributaria, con la que se mantiene una deuda de más de cuatro millones de euros, también por la decisión de recuperación por la que se le reclaman siete millones por parte de la Comisión Europea.

De manera paralela a la batalla que se va a seguir plantando en los tribunales para poner la máxima distancia posible con la amenaza de liquidación y a la búsqueda de una solución consensuada al problema que supone para un club sin ingresos ni patrimonio tener que pagar siete millones de euros, parece que en el Hércules no van a repetir errores del pasado, de junio de 2017 sin ir más lejos, y la planificación de la próxima campaña arrancará cuando corresponde y, un año más, con el objetivo de ascender.

La mochila con la que carga el Hércules, club histórico e histérico donde los haya, es muy pesada y la única forma de aligerarla es, bien con el dinero de terceros, bien ascendiendo. El anuncio de que habrá proyecto 2018/19 lleva implícito que esos terceros, Juan Carlos Ramírez y especialmente Enrique Ortiz, al menos seguirán rascándose el bolsillo para cubrir no solo el déficit de tesorería de este curso (que asciende a un total de unos 700.000 euros), también el del próximo. 

Precisamente lo anterior, inyecciones de capital por parte de terceros con carácter regular, es el argumento que utiliza el Tribunal General de la Unión Europea para denegar la suspensión cautelar del efecto de la decisión de recuperación solicitada por el Hércules que sostiene que la no concesión de la misma le aboca a la liquidación: