Así es el inversor que PwC busca para la zona franca de Alicante

ALICANTE. Una multinacional, preferiblemente del sector de la industria pesada, y de origen norteamericano. Ese es el perfil del gran inversor en el que se ha puesto a trabajar la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) para espolear el proyecto de zona franca en Alicante.

Como ha publicado Alicante Plaza, la mesa técnica que impulsa el proyecto (a la que se sientan Diputación, ayuntamientos de Alicante y Elche, Generalitat, puerto y empresarios de la provincia) ha encargado a la prestigiosa consultora que les asesore en la puesta en marcha de la zona franca. Una encomienda que se traduce en diseñar la hoja de ruta y guiar a los promotores en la tramitación, pero también en captar empresas interesadas en implantarse en este espacio con fiscalidad reducida a las importaciones y exportaciones.

Según fuentes conocedoras del proyecto, el perfil idóneo para la gran empresa que debe servir de acicate para otras es el de una multinacional que aún no tenga presencia en Europa, y que convierta Alicante en su puerta de entrada al mercado de la Unión. En los últimos meses se han producido movimientos en este sentido, como el de la norteamericana Tesla Motors, ubicada en Silicon Valley, que busca implantar una sede en Europa. En el caso de la empresa de automoción, parece que su destino está cerca de ser Alemania (no hay que olvidar que la zona franca necesitará al menos cuatro años para ser una realidad), pero evidencia que el interés por implantarse en Europa desde otros continentes existe.

No obstante, el abanico de candidatos es mucho más amplio. PwC tiene presencia en todo el mundo y facilidad para llamar a determinadas puertas. De hecho, su papel en otras zonas francas, como la de Uruguay, ha sido precisamente el de captar inversores. La mesa técnica considera que para apuntalar el proyecto, además de dotar a Alicante de las infraestructuras adecuadas, es necesario una gran empresa foránea que anime a otros inversores a instalarse en la provincia. Ese, de hecho, es el objetivo: que la zona franca sirva como revulsivo para atraer inversión, además de que puedan beneficiarse de ella los empresarios locales.

Según ha podido saber Alicante Plaza, todas las partes implicadas en el proyecto se han puesto ya manos a la obra. PwC va a mantener una ronda de reuniones con los miembros de la mesa, comenzando por el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), autor del estudio sobre la zona franca presentado en noviembre, y que servirá de base para el trabajo de la consultora. Al mismo tiempo, se están cerrando reuniones con las distintas consellerias del Gobierno valenciano (a través de la secretaria autonómica de Economía, Blanca Marín) que deben participar de la tramitación.

Además de buscar inversores, los promotores de la zona franca, liderados por la Diputación que preside César Sánchez, tienen por delante la tarea de convencer a los ministerios de Industria y Hacienda para que apoyen el proyecto (los responsables de Aduanas en Alicante ya están en la mesa), y sobre todo al de Fomento para que la provincia esté bien conectada. De hecho, se considera que sin conexión con el Corredor Mediterráneo, la zona franca pierde buena parte de su atractivo. No en vano, su finalidad es introducir mercancías, transformarlas en Alicante (al menos un 10%) y distribuirlas luego. 

Al margen del Corredor Mediterráneo de mercancías, la zona franca precisaría de buenas conexiones ferroviarias con el aeropuerto de El Altet y con la ciudad de Elche, que todavía no existen aunque están contempladas. Cabe recordar que el espacio se distribuirá entre el puerto de Alicante (en una extensión de 130.000 metros cuadrados) y el polígono Elche Parque Empresarial, en unos terrenos aún por definir.