ALICANTE. Los artistas alicantinos Luisa Pastor y Pablo Bellot han sido dos de los cuatro seleccionados por la residencia artística CeramicRes, desarrollada en los últimos dos meses en la Escuela Superior de Cerámica de l’Alcora (ESCAL). Un programa comisariado por Alicia Ventura y producido por Co-Net_ con el programa Cultura Resident del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV). El objetivo era investigar mediante sus propios procesos de creación con la cerámica, mostrando esas disertaciones en la escuela, donde se han expuesto las obras creadas, que a su vez se podrán ver en la feria de arte contemporáneo MARTE, en Castelló, del 24 al 26 de mayo.
Cuatro fueron los proyectos elegidos entre los más de cien presentados en esta convocatoria: Nuevo orden, equilibrios del colapso, de Pablo Bellot; Conjunto vacío, de Luisa Pastor; Recuerdo de, de Almudena Lobera, y En la palma de sus manos, de Mónica Mays. Unas propuestas de investigación y producción que debían tener vinculación con el territorio, dotándolas a su vez de perspectiva crítica para cuestionarlo. Una acción que busca ahondar en la relación de la cerámica con la provincia de Castellón, así como con sus vínculos sociales e industriales.
Nuevo orden, equilibrios del colapso es una investigación sobre el proceso de creación desde las raíces de la materia barro, plasmando la relevancia de la sencillez, de la expresividad y de la espontaneidad. En esta propuesta, Bellot genera composiciones de varios elementos para mostrar la inestabilidad como metáfora del momento de colapso actual. Un conjunto de piezas de carácter instalativo cuyo elemento principal siempre serán las cabezas cerámicas.
Cabezas que remiten a la expresividad encontrada en pequeñas cabezas de terracota íberas, como Els Orelluts y otros exvotos ibéricos, o del imperio romano del Levante, de más mil años, en esa búsqueda incesante del proceso de creación y de las raíces de lo primigenio, sin la carga y el peso de la historia del arte. "Estas expresiones del proceso están capturadas para la posteridad en la cerámica, enfatizándolas en lo casual de las composiciones donde la inestabilidad y el desequilibrio reflejan el momento actual de colapso en el que estamos inmersos. Todo esto enfrentándome a la creación cerámica desde el punk", explica el creador.
"La residencia me ha ofrecido la posibilidad de desarrollar un proyecto que llevaba dándole vueltas más de un año y, gracias al proyecto, he podido cerrarlo conceptualmente y materializarlo de la mejor manera posible, llegando hasta utilizar la tierra almacenada en el subsuelo de la Real Fábrica de Cerámica del Conde de Aranda, que estarían allí abandonadas desde los años setenta", confiesa el autor. "Ha sido una experiencia muy gratificante, intensa y productiva, al sumergirme exclusivamente durante casi tres meses, disfrutando y sufriendo a la par con el proceso de creación cerámica, que siempre tiene esta dualidad de dificultad y peligro, hasta que se abre el horno: puede esta perfecto, desintegrado, roto o mil cosas más, que suceden durante las horas que tarda la cocción", describe Bellot.