MADRID. La tercera generación del BMW X3 es muy continuista en el exterior respecto al modelo que sustituye, pero presenta un gran salto en cuanto a calidad, seguridad y diseño interior, con el objetivo claro de ofrecer un vehículo más preciso y más tecnológico, con un precio que le hace cada vez más exclusivo.
El X3 se lanzó al mercado en 2003 y, hasta que se ha puesto a la venta la actual generación (julio de 2017), ha acumulado más de un millón y medio de unidades vendidas en todo el mundo.
Este volumen de pedidos ha hecho que los ingenieros de la marca hayan sido ciertamente conservadores en el diseño exterior del nuevo X3.
Este SUV mantiene casi al dedillo las dimensiones exteriores de la anterior generación, a excepción de la distancia entre ejes que ha aumentando en cinco centímetros y ha llevado el largo del vehículo a 4,71 metros.