BENIDORM. La remodelación de la avenida del Mediterráneo de Benidorm guardaba una sorpresa más. El Consejo Asesor de Escena Urbana avaló este viernes al proyecto que integrará además una torre que servirá de símbolo de esta gran obra. Se trata de una estructura de 22 metros de altura, unos ocho pisos de un edificio normal. En concreto, estará ubicada en la rotonda de confluencia de Mediterráneo con la Plaza de la Hispanidad y Esperanto.
Tendrá una cubierta led, y según explicó a este diario el concejal de Escena Urbana, José Ramón González de Zárate, servirá para reproducir publicidad institucional, como fechas culturales, o por ejemplo, imágenes de Fugitiva, la serie de TVE que está rodado en su mayoría en la ciudad.
A lo que han denominado ‘tecnohito’ se suman las dos ‘tecnoparadas’ para el transporte público, que siguen el mismo modelo.
El valor del proyecto asciende finalmente a 11,5 millones de euros, es decir, dos millones más de lo planteado en un inicio para la primera fase, que comprende el tramo entre la avenida de Europa y la Plaza de la Hispanidad, y que incluye la renovación de ésta última y de las calles Puente, Pérez Llorca –el tramo pendiente-, Esperanto, Valencia, Bilbao y Emilio Romero –entre Mediterráneo y Alcoy-.
El incremento del presupuesto atiende a las modificaciones que ha sufrido el proyecto por mejoras en el subsuelo de la zona, según explicó González de Zárate. La planificación es la siguiente: 11 meses desde el inicio, que se prevé para octubre. Hay que tener en cuenta que el pleno tiene que aprobar el proyecto y los pliegos, y se tienen que agotar todos los plazos estipulados para adjudicar la obra. Por lo cual, tratarán que los primeros 5 ó 6 meses de obra más importante sea de cara al invierno para que el verano no esté entorpeciendo el trabajo de los comercios de la zona, así como el paso de vecinos y turistas, en una de las arterias principales de la ciudad.
El proyecto concibe la avenida del Mediterráneo como un “eje paralelo” al Paseo de Levante, en el que se gana espacio para el peatón, se limita el acceso a los vehículos privados, y se eliminan todas las barreras arquitectónicas al configurar la vía como una “plataforma única”.