VALÈNCIA. En el año 1976 un plátano hizo historia, al convertirse en la imagen del álbum The Velvet Underground & Nico, el disco debut de esta banda de rock estadounidense y que a día de hoy se sigue considerando como uno de los mejores de la historia de la música. Este emblema, ese plátano que invitaba a ser “pelado” a modo de pegatina, se convertiría en un símbolo de la banda junto a Andy Warhol y gracias a su interpretación tan peculiar sobre su música. Un símbolo que pasaría de generación en generación y que consigue que esta fruta se asocie a la melodía.
En València hay una nueva ola de creadores que, como Warhol, bucean en el concepto creativo de un álbum, se sumergen en su música y consiguen generar la imagen de música. Con motivo de construir este imaginario propio a través de la fotografía, la ilustración y el diseño, hay varios artistas valencianos encargados de dar imagen a la música valenciana del momento. Para dar conocer su proceso de trabajo y las raíces de su inspiración, Culturplaza reúne bajo un mismo “sello” a los valencianos que se encargan de diseñar las portadas de la música made in València, bajo la filosofía del kilómetro 0.
Hay quienes hacen este trabajo en dúo, como es el caso de Maria Varo y Jaime Rod, componentes del colectivo d’Matinada que trabajan en la portada del EP La necesidad de contarlo, de la banda valenciana Bernal. También está el dúo de fresca*, compuesto por Chumpy y Alexandre Zaragozà que ilustran El amor es una cosa de Amarillo Fiesta. También los hay quienes trabajan por separado como Julia Real Ballester trabajando junto a Mala Gestión para crear el concepto de Se Nos Ha Complicado y el ilustrador Franchesco Vaccari, que trabaja junto a la banda valenciana Nanas para ilustrar su álbum No había río.