VALÈNCIA. “Esta foto está tomada de Internet. Supuestamente es Antonio Banderas. Usted, el lector, juzgue”. Con este mensaje, en febrero de 1997, la publicación Playgirl advertía a sus lectores de que esa las fotografías interiores de un número que se presentaba con un primer plano del actor español podían ser o no reales. ¿Es realmente Banderas el hombre desnudo entre sus páginas? La publicación optaba por la respuesta gallega: ni sí ni no. A partir de esta imagen, que se sitúa a medio camino entre la realidad y la ficción generada a ojos del espectador, se configura Fade to Grey, la segunda exposición individual que firma Michael Roy (La Rochelle, Francia, 1973) para la galería de arte contemporáneo Espai Tactel (C/Dénia, 25), una muestra para que la sala se ha tornado en un espacio blanco nuclear que sobrecoge a la vista y al oído.
Aunque la pieza que presenta al supuesto Antonio Banderas desnudo cierra el recorrido, lo cierto es que es el perfecto resumen de aquello que refleja la muestra como un todo. “El texto es el concepto de mi trabajo”, explica el propio artista refiriéndose a la nota que acompañaba al reportaje fotográfico de Playgirl, un número original que tiene él mismo y del que ha seleccionado una de las imágenes que presenta en gran formato sobre un “pedestal” de revistas blancas, que también suponen “el punto de partida” de un trabajo que se basa en lo ya creado por otros. “Trabajo desde la apropiación de cosas que existen […] Es como el teatro, se puede trabajar desde un texto antiguo pero adaptándolo con la estética o la coreografía”, indica el francés.
El trabajo de Michael Roy tiene su base en el hacer sin hacer: realizar una película sin una cámara, crear una obra de arte a partir de imágenes o textos preexistentes, una ficción basada en otras ficciones. Cruza los universos, compagina universos, nos invita a apropiarnos de sus obras y ficciones con el propósito de dejarnos crear las nuestras. Utiliza la técnica de la cianotipia para realizar fotografías sin cámara y presentar retratos de personas en éxtasis. Precisamente, gran parte de la muestra se basa en presentar títulos de crédito adaptados por el propio artistas, frases de las que, “de la misma manera que el eslogan en publicidad”, saca la fuerza del mensaje. En esta selección el único mensaje que se repite es el icónico The End, que se presenta de distintas maneras, sobre fondo geométrico o con un paisaje, que remite a un final abierto.