VALÈNCIA. El escritor de novela negra Don Winslow destaca por la documentación cuidada con la que contextualiza sus historias. En su última novela ha abandonado los carteles mexicanos y se ha centrado en el departamento de policía de Nueva York en plena epidemia de opiáceos. Si por algo destaca la obra, es por la información que se extrae y deduce de las conversaciones que tienen los policías. Winslow presume de que para elaborarla estuvo durante un tiempo empotrado en unidades de policía de la ciudad. Y uno de los temas que salían en las conversaciones de los cops era el de Frank Serpico.
Si de algo nos suena ese apellido es de la película homónima de Sidney Lumet que catapultó a su protagonista, Al Pacino. Es un clásico policiaco con una Nueva York en crisis, la del paso de los 60 a los 70, donde aumentaba la delincuencia y el tráfico de drogas de forma exponencial. Nada menos que ese ambiente que ha mostrado apasionadamente The Deuce, la última serie del maestro David Simon.