ALICANTE. PSOE, Guanyar y Compromís se citan en torno a la calculadora para planificar una primera (y amplia) modificación del presupuesto municipal de 2017. Los tres partidos que comparten responsabilidades de gobierno están decididos a mover los fondos asignados inicialmente a determinados fines para poder impulsar, entre otras, dos cuestiones que consideran esenciales.
La primera es la ampliación de los recursos destinados a la Concejalía de Acción Social para aumentar la partida de ayudas. El movimiento vendría a satisfacer, así, el compromiso explicitado por el alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE), en el pleno de aprobación de las cuentas: la primera modificación de crédito que se acordase sería para mejorar la financiación de esa concejalía. Fue, de hecho, una condición impuesta por Guanyar para votar a favor de la planificación económica: que se diese prioridad a esa parcela municipal (de la que se había detraído fondos respecto a las previsiones iniciales) para poder atender las necesidades de ciudadanos en dificultades económicas.
Según las fuentes consultadas, con esa modificación de crédito, Acción Social recibiría una primera aportación adicional de 475.000 euros, con el compromiso de ampliarla más tarde (puede que en septiembre) hasta los 920.000 euros. Las mismas fuentes incidieron en que se trata de una medida necesaria, ya que en este momento ya se han superado los cálculos que se manejaban y las reservas para la concesión de ayudas se estarían consumiendo a un ritmo superior al previsto.
La segunda cuestión que se considera esencial es la reorganización de las asignaciones consignadas para el desarrollo la estrategia DUSI: el proyecto cofinanciado por la Unión Europea que contempla la reurbanización del entorno de Las Cigarreras. En este caso, la modificación de crédito consiste en transferir el dinero que ahora está adscrito al área de Coordinación de Proyectos para que pase a manos de cada una de las concejalías implicadas (Urbanismo, Cultura, etc.) para que puedan licitar las primeras actuaciones previstas por un importe de 2,9 millones. Es una cuestión mecánica, de puro trámite, pero imprescindible para poner en marcha las iniciativas de un programa que contempla hasta 22 millones de inversión (financiada al 50% con fondos de la UE) repartida hasta 2022.
El cambio podría afectar a otras partidas, en función de cómo se regulen los plazos para ejecutar las llamadas inversiones sostenibles
La propuesta de modificación de crédito, que se pretende elevar a debate en un pleno extraordinario a mediados del mes de julio, podría incluir otras reasignaciones de partidas. Sin embargo, todavía no están completamente definidas, ya que todo depende de cómo se acaben regulando los plazos de ejecución de las llamadas inversiones sostenibles (obras ejecutadas con el remanente de las cuentas del año anterior) en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
El tripartito trata de conocer si podrá gastar ese dinero sobrante más allá del fin de 2017 para decidir si incorpora o no otros movimientos de partidas. En principio, el tripartito dispone de una suma de más de 28 millones para invertir en actuaciones sostenibles (obras que no generen nuevas necesidades de gasto por mantenimiento) y los tres socios ya tienen una primera lista de proyectos en cartera para darles salida con esa cifra. Como publicó este diario, los tres socios de gobierno barajan también la posibilidad de concertar un préstamo para financiar otras actuaciones no constreñidas al cumplimiento de plazos.
Eso sí, la aprobación de ese paquete de cambios en la planificación económica municipal volverá a requerir del beneplácito de al menos un concejal de los grupos de la oposición. La aprobación del presupuesto contó con el respaldo tácito de los dos ediles no adscritos, Nerea Belmonte y Fernando Sepulcre. Los dos se abstuvieron, después de que el tripartito aceptase algunas de sus enmiendas a las cuentas, de modo que el presupuesto se aprobó con más votos a favor que en contra.