Sin acuerdo para una tasa turística en 2018

VALÈNCIA. Convertida en la exigencia estrella de Podemos de cara a los Presupuestos de la Generalitat Valenciana del 2018, la formación morada presentó hace unas semanas su proyecto de tasa turística. Con dos tramos -uno municipal y otro autonómico- y con un precio de 2 a 5 euros, la propuesta causó un efecto diferente en los dos socios del Botànic, PSPV y Compromís. Los socialistas seguían rechazando su aplicación durante esta legislatura para evitar un desgaste electoral como el sucedido en Baleares. Pero Compromís, partidario del impuesto, presentó su propio modelo para llegar a un acuerdo con el partido que encabeza Antonio Estañ. 

Si la propuesta de la coalición valencianista dejaba la decisión de implementar el gravamen a los ayuntamientos, Podemos aprovechó este resquicio para poder implantar su proyecto. Los morados anunciaron este lunes que propondrán una moratoria para que el tramo autonómico de la tasa turística se aplique en 2020, es decir, una vez haya concluido esta legislatura. La propuesta recogería el guante lanzando por Compromís hace una semana de bonificar al 100% el gravamen autonómico y solo dejaría efectivo el municipal, que estaría en manos de los ayuntamientos aplicarlo o no en 2018. 

Una jugada que, además de pretender conseguir el apoyo de los valencianistas, también es un gesto hacia la formación del puño y la rosa. No en vano, los socialistas llegaron a plantearse un modelo de tasa turística municipal. Sin embargo, el miedo a que el PP centrara su campaña electoral para los comicios de 2019 con esta cuestión hizo que el PSPV endureciera su 'no' a la puesta en marcha del gravamen y la rechazara para 2018, e incluso la viera complicada su implantación en el siguiente año. 

Para los socialistas, de hecho, la nueva propuesta de Podemos se encuentra con la misma problemática. Pese a que señalan a Valencia Plaza que agradecen el "esfuerzo" del partido de Estañ por tratar de sumar para llegar a un acuerdo, apuntan que no aceptarán esa enmienda. No les agrada la idea de aprobar la introducción de un impuesto en 2017 y que éste no se llegue a aplicar hasta 2020, ya que serviría a los populares para hacer campaña electoral para los próximos comicios -2019- sobre una tasa que, de hecho, no existiría ni se estaría recaudando en ese momento a nivel autonómico. 

En Compromís, sin embargo, a última hora de la tarde de este lunes había dudas respecto a apoyar la propuesta de Podemos. Con voces discordantes entre el grupo parlamentario y el Consell, los valencianistas no decidirán hasta este mismo martes su posicionamiento, último día antes para tomar partido antes de llegar al pleno. 

Con este escenario y pese a la rebaja de la presión para conseguir que su propuesta prospere, este martes se vota en la Comisión de Economía, Presupuestos y Hacienda la ley de Acompañamiento de la Generalitat Valenciana. Y en esa votación, se decidirá la suerte de la tasa turística que defiende Podemos. 

Ahora bien, para que saliera adelante la enmienda que anunciaron los morados este lunes, Compromís debería presentar su diseño alternativo. De lo contrario, la formación que lidera Antonio Estañ no podría autoemendarse. Según los servicios jurídicos de la Cámara, tan solo se puede autoenmendar si se trata de Proposiciones No de Ley, pero no así con una enmienda. "No se puede enmendar lo enmendado", indican. Aún así, a Podemos todavía le quedaría otra opción para formalizar este cambio: que la modificación que anunciaron este lunes se planteara de forma oral en el desarrollo de la comisión. 

Sea como sea, el futuro de la tasa turística de Podemos se debate este martes con unas previsiones nada halagüeñas para los morados. No en vano, de rechazarse su proposición en la comisión, la tasa turística se encontraría con una posición similar -siempre que no cambien los posicionamientos- en la votación en el pleno sin el apoyo de PSPV, PP, ni Cs.