Ximo Puig. Foto: EVA MAÑEZVALENCIA, (AGENCIAS/M.G.). Un día después de que el conseller de Hacienda, Vicent Soler, anunciara que el Gobierno valenciano trabajará de manera conjunta con el sector turístico para implantar la tasa turística en la Comunitat al entender que ésta podía ser "muy enriquecedora", el president de la Generalitat, Ximo Puig, se desmarcaba de estas declaraciones y aseguraba que "a día de hoy" el Consell no se planteaba aplicar tal impuesto para no perjudicar la competitividad del sector en la Comunitat.
Con este planteamiento, el jefe del Consell no sólo señalaba que no veía "procedente" su aplicación, también se aleja de la idea de Podemos, que quiere plantear un método -ya fuese por ley o por añadir una modificación a la Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad que actualmente se encuentra en fase de participación- para implantar una tasa turística por pernoctación en la Comunitat si el Consell no avanza en estos términos en el próximo año.
Para el president de la Generalitat "cualquier cuestión que atienda a la fiscalidad en el ámbito turístico ha de concertarse con el sector" -una idea en la que sí hizo hincapié el conseller de Hacienda-, no obstante, tampoco cerraba la puerta de manera taxativa, pues también apreciaba que se deben buscar unas fórmulas apropiadas "para que los recursos que se puedan sacar, vayan orientados a la mejora de los productos turísticos".
En un acto celebrado en la Vila Joiosa (Alicante), Puig apelaba a la reforma fiscal que debe hacer el Estado "hay que ver de qué manera se orienta la cesta impositiva", subrayaba.
No obstante, cabe recordar que en el informe de expertos para la reforma fiscal ya se reflejaba una recomendación para "la implantación de una nueva figura tributaria, de naturaleza impositiva, que recaiga sobre las estancias en establecimientos hoteleros y asimilados en el territorio de la Comunitat Valenciana, semejante al implantado en otras Comunidades Autónomas", algo que Podemos quiere que se atienda y por lo que estas afirmaciones vienen despertando cierto malestar dentro de la formación, que no considera esta medida como algo peyorativo para el sector.
