el billete / OPINIÓN

Ministro increíble

De la Serna quiere que creamos que el Gobierno va a invertir 1.000 millones en la Comunitat, tal vez por eso no da una fecha

14/05/2017 - 

VALÈNCIA. "Lo peor es la cara de gilipollas que se te queda". Se atribuye al recordado Jesús Barrachina, cuando era directivo del Valencia CF, la autoría de esta frase tantas veces repetida después de una derrota injusta en el último minuto. Viene al pelo para dibujar la cara que se nos quedó a los valencianos cuando Mariano Rajoy pactó con el PNV unas infraestructuras, con fecha y cuantía, poco después del recorte al presupuesto de inversiones en el resto del Estado.

Para apagar el incendio acudió a València el ministro bombero Íñigo de la Serna en la que era su sexta visita a la Comunitat en seis meses de mandato, lo nunca visto. La quinta fue hace solo un mes, tras el cabreo general por el proyecto de Presupuestos que relega a la Comunitat Valenciana a la cola de las inversiones per cápita, entre otros agravios.

Llegó De la Serna con las tretas de siempre y se encontró con lo de siempre, a unos políticos que no escarmientan después de tres décadas de choteo ministerial. Prometió 1.000 millones de inversión y faltó poco para que saliera a hombros a pesar de ser un compromiso a medias, como resumió en una excelente crónica Dani Valero

Tuvo que ser precisamente el periodista de Valencia Plaza el que pusiera el dedo en la llaga de Fomento al preguntar si no era un agravio comparativo que viniera a València a prometer inversiones sine die mientras en el País Vasco los votos del PNV se pagan con estaciones, túneles e inversiones en Cercanías que sí tienen fecha. El ministro se enfadó por la pregunta y fue entonces cuando el alcalde Ribó despertó de la anestesia, dio la razón al periodista y cabreó aún más a De la Serna, que salió con aquello de "que Compromís hubiera hecho lo que tenía que hacer"

Lo que insinuó que tenía que hacer Compromís es lo mismo, supongo, que le reproché a la Coalición de Oltra y Baldoví en la columna de la semana pasada. Claro que uno no es ministro y puede opinar esto y aquello, criticar a Rajoy por no invertir aquí y al mismo tiempo a Compromís por no negociar, pero siendo el ministro que parte y reparte, es de tener la cara pétrea decirle al alcalde que su túnel pasante está en lista de espera porque Baldoví no da su voto al Gobierno. 

¿Por qué tendríamos que desconfiar de De la Serna, que parece un señor muy sincero? Por la misma razón que no debimos creer a Ana Pastor, quien llegó con el marchamo de mujer a la que uno compraría un coche usado y dejó el cargo con una lista interminable de promesas incumplidas. 

También porque llevamos 30 años con proyectos que, por culpa no siempre de los ministros de turno, no se han movido más allá de la estación provisional del AVE que nunca debió ser bautizada como Joaquín Sorolla, sino como Estación Provisional, para que a nadie se le olvidase su condición temporal.

Y porque el ministro dijo que para el periodo 2017-2018 el objetivo es firmar el nuevo convenio, redactar y aprobar el proyecto y "si es posible, licitarlo", que ya verán como no será posible. Tendremos canal de acceso ya veremos cuándo, pero no esa obra fundamental para el Corredor Mediterráneo que es el túnel pasante en muchos años. Al tiempo.

Y, por último, para que no se nos vuelva a quedar cara de gilipollas.

Montando un pollo

Acto organizado por AVE en Almería. Foto: EVA MÁÑEZ

El 3 de octubre es el día que los empresarios valencianos, catalanes, murcianos y aragoneses, liderados por AVE, montarán un pollo en Madrid para reivindicar el Corredor Mediterráneo. Tras ser recibidos con entusiasmo en Murcia y Almería, tras los actos de Tarragona y Valencia, la próxima parada dará la medida del efecto que tiene en la capital la presión de los empresarios del Mediterráneo liderados por Juan Roig.

Mientras, el senador de Compromís Carles Mulet monta un pollo por su cuenta para mantener vivo el debate con Susana Díaz. Todo esfuerzo es poco para hacerse oír, debió pensar. Los excesos de Mulet fueron noticia de portada a tres columnas en El País y la reunión de 800 empresarios en Almería no. En televisión se valoraron ambas noticias de forma similar. Por desgracia.

Lo pasamos en grande

Foto: KIKE TABERNER

Aprovecho esta columna para agradecer su presencia a los más de 1.300 asistentes a la celebración del séptimo aniversario de Valencia Plaza el pasado lunes en el Palacio de Congresos, a aquellos que no pudieron asistir pero enviaron su felicitación y preguntaron cuándo es la próxima y a los muchos que después de la fiesta nos felicitaron por el buen rato que pasaron. 

Como viene ocurriendo en las celebraciones de este periódico desde su inicio, la calidad humana de los asistentes, reflejo de la calidad de los lectores de Valencia Plaza, hizo posible un acto entrañable lleno de amigos. Repetiremos. Gracias a todos.

FOTOGALERÍAS: DISCURSOS Y PREMIOS / PHOTOCALL / COCKTAIL

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