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La CEV se queda sola en CEOE tras las bajas de Cierval, Coepa y CEC

26/04/2018 - 

VALÈNCIA. La Confederación Empresarial de la Comunitat (CEV) se queda como única representante del empresariado valenciano en la CEOE. La organización que preside Juan Rosell formalizó en la asamblea que celebró este miércoles los cambios en su nómina de miembros tras el tsunami que ha arrasado con todas las organizaciones territoriales salvo la CEV: la autonómica Cierval, la alicantina Coepa y la castellonense CEC.

Ninguna de estas tres organizaciones pertenece ya formalmente a la patronal nacional. De hecho, antes de que se hiciera efectiva su desaparición, algunas como la patronal de Castellón ya habían sido suspendidas como afiliadas al no poder afrontar las cuotas que pagan por los vocales que tienen en CEOE. 

No obstante, la baja de estas tres organizaciones de CEOE no implica una merma de la representatividad del empresariado de la Comunitat. De hecho, tal y como publicó este periódico, la CEV, que ha heredado el rol de Cierval como patronal autonómica, ha asumido como propios los vocales que tenía en CEOE la organización que presidía José Vicente González, quien seguirá ocupando una de las vicepresidencias de la patronal nacional hasta que se celebren elecciones a final de este año. Esos asientos, unidos a los vocales que ya tenía la CEV en la junta directiva de la organización, suman un total de 21 miembros propios en el núcleo de decisión de la organización.

Los asociados de la patronal nacional pagan una cuota anual de 9.000 euros por cada uno de esos asientos. La CEV sufragará ese incremento del coste que tendrá que asumir por su representación en la organización nacional con el ahorro que supone no tener que pagar cuotas a Cierval, pero también con la subida de las cuotas a sus propios asociados.

En concreto, la asamblea que la CEV celebró el pasado mes de marzo, en la que aprobó la ampliación de su ámbito territorial, también se acordó duplicar la cuota que pagan las federaciones sectoriales de 652 euros a 1.304 euros.

La organización que lidera Salvador Navarro, quien el próximo 3 de mayo afronta la asamblea en la que será reelegido presidente de la CEV, podrá hacer valer su mayor peso en la CEOE como argumento para captar a nuevos asociados tanto en Alicante como en Castellón, que se han quedado sin vías de acceso a la CEOE a través de sus respectivas patronales provinciales.

De hecho, la comisión de régimen interno de la CEOE también desestimó este miércoles la petición de ingreso de una patronal vasca de carácter autonómico con el argumento de que los intereses de esa región ya estarían representados a través del socio Cofebask.

Rosell pide un tipo "muy bajo" en Sociedades

Por otro lado, el presidente de la CEOE aprovechó su intervención en la asamblea para señalar la necesidad de fijar un tipo "muy bajo" en el Impuesto de Sociedades para las empresas con facturaciones más bajas, ya que, bajo su punto de vista, así se desincentiva la "pecaminosa" economía sumergida.

Rosell explicó que del total de empresas que se rigen por el Impuesto de Sociedades, solo el 41% tienen bases imponibles positivas, dato que es aún "peor" cuando se pone el punto de mira en las pequeñas empresas. No obstante, dijo que es "cierto" que las empresas muy grandes están en la franja de recuperación y que, afortunadamente, esta buena situación se nota en las negociaciones salariales.

Además, respecto a la negociación colectiva, consideró que la patronal está ofreciendo en la negociación de salarios una propuesta de subida salarial del 2%, más una variable dependiente de varios parámetros, y además están intentando hablar de los salarios más bajos, mientras que los sindicatos muestran una parálisis "bastante preocupante".

"No entiendo por qué aguas arriba los sindicatos piden una cosa y por qué aguas abajo otra", manifestó Rosell en su discurso.

Bajo su punto de vista, la propuesta de la patronal sí es coherente respecto a la situación económica que vive España. Asimismo, subrayó que la CEOE está dispuesta a tratar la situación de los salarios más bajos, ya que, la patronal, según Rosell, "no quiere salarios bajos" y está dispuesta a contribuir y subirlos. "Es una cuestión de inteligencia subir los salarios, especialmente cuando se puede", apostilló.

En esta línea, Rosell ha indicado que las grandes empresas están en vías de beneficios y suben los salarios con variables en función de resultados, pero que las pymes, que son la inmensa mayoría, sin embargo, están todavía en pérdidas.

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