ALICANTE. El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, ya tiene contestación a su órdago.
La mañana de este jueves, al ser preguntado sobre el futuro de las acciones del Hércules y el estadio José Rico Pérez, el primer edil sorprendía supeditando que el consistorio acepte la cesión del estadio a que el club se haga con el control del 87% de los títulos a cambio de un precio mínimo de 300.000 euros. Echávarri hablaba de un acuerdo a tres bandas e ironizaba sobre la insistencia del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) en desmentir lo anterior.
Pues bien, el director general del IVF, Manuel Illueca, le contestaba horas más tarde. En declaraciones a Alicante Plaza y haciendo también gala de la ironía, reflexionaba en voz alta sobre "el acuerdo" al que se refería a Echávarri: "Por acuerdo, entiendo que se refiere a cumplimiento de la legalidad" señalaba Illueca.
"El IVF ha de poner a la venta esos activos que tiene en su balance y recuperar la deuda de 18 millones de euros con un procedimiento que se ajuste a Derecho. En eso, el Ayuntamiento de Alicante y el Instituto estamos de acuerdo pero desde el principio", sentenciaba un Illueca que recordaba una vez más la necesidad de que concurran los principios de publicidad y concurrencia, "que exista una seguridad jurídica para los interesados".
El director general del IVF remarcaba una vez más que habrá una subasta y, como también adelantaba este miércoles Alicante Plaza, la intención es recabar el asesoramiento de un tercero, un experto independiente para que tase las acciones a subastar.
Por cierto, Illueca, que en su día ya reconoció no solo haber recibido la que definió como "una oferta interesante" de Juan Carlos Ramírez (y Ortiz), sino también haber sondeado en busca de posibles interesados, remarcaba este jueves esto último: "El que no estemos anunciando permanentemente que vamos a subastar un paquete de acciones que confiere el control del Hércules no quiere decir que el Instituto no haga su trabajo", si bien, como ya hiciera hace dos semanas en este mismo medio, expresaba sus dudas sobre que el interés de terceros se concretase en ofertas, dada la precaria situación económica del club.