ALICANTE. No habrá consenso en la nueva regulación que plantea el equipo de Gobierno del PSOE para la instalación de negocios hosteleros con ambientación musical en el Centro tradicional y Casco Antiguo. Ni político ni social. Al menos, así se anticipó este miércoles desde tres ámbitos distintos: el grupo municipal de Guanyar y las asociaciones vecinales del Casco Antiguo y del Centro Tradicional.
Por partes: ¿en qué consiste esa nueva regulación? Como publicó Alicante Plaza, esa nueva regulación -que se pretende acordar a través de la modificación de los planes urbanísticos especiales que rigen en ambos barrios- establece nuevos parámetros para la concesión de permisos de actividad: como fórmula de medición, se propone que no se conceda autorización para la implantación de una actividad hostelera con ambientación musical en una ubicación concreta si existe otro negocio similar en un radio de acción de 30 metros de distancia. Ese criterio eliminaría el criterio de densidad que se había llegado a plantear en la propuesta de regulación que se venía barajando hasta ahora, bajo la coordinación del exedil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), a propuesta de los técnicos de la concejalía.
¿En qué consiste el concepto de densidad? Según precisó el propio Pavón a través de un comunicado, se trata de un criterio por el que se denegaría la instalación de un negocio con ambientación musical si en un radio de acción de 70 metros existiesen ya tres negocios de ese tipo. Ese parámetro, según Pavón, complementaba al criterio de distancia: no se concedería licencia a nuevos locales si ya existía uno en un radio de acción de 50 metros. Es decir, 20 metros más que en el planteamiento defendido ahora por el PSOE.
La introducción de esos dos cambios es lo que justificaría el rechazo de Guanyar en el momento en el que la propuesta se eleve a la consideración de la comisión de Urbanismo y a la del pleno. A juicio de Pavón, el nuevo planteamiento no tiene nada que ver con la propuesta con la que la concejalía venía trabajando desde julio de 2016. "Suspendimos licencias en agosto de 2016 y sometimos a información pública la propuesta de modificación en agosto de este año pese a las reticencias, ya en ese momento, de Echávarri" y de su jefe de gabinete, Lalo Díez, "prorrogándose la suspensión durante un año más". "Ahora nos encontramos con que Echávarri y Díez, a través de la concejala de Urbanismo, Eva Montesinos, anuncian que se va a suprimir el criterio de densidad propuesto por los técnicos de Urbanismo, según el cual no puede haber más de 3 locales molestos (salones de banquetes, cafés teatro, cafés concierto, cafés cantante,pubs, discotecas, salas de fiestas, salas de baile, salas multifuncionales, salas de exhibiciones especiales y salón-lounge) en el interior de un círculo de 70 metros de radio, y que se va reducir la distancia mínima entre locales molestos de los 50 metros propuestos por los técnicos municipales a tan sólo 30 metros, favoreciéndose de ese modo la implantación de locales de ocio molestos en el Casco Antiguo y el Centro Tradicional", subrayó.
En esta línea, mostró sus dudas sobre el ámbito delimitado como Zonas Saturadas, en las que se implantaría esa regulación, tras subrayar que la propuesta que se trabajaba durante su etapa como edil de Urbanismo preveía extender la zona preexistente en el casco hasta llegar a duplicar su superficie. Esa nueva delimitación incluiría "todo el entorno de la Plaza de San Cristóbal". Además, se planteaba "otra nueva en el Centro Tradicional en torno a la calle Castaños, a la avenida de la Constitución y a la calle Tomás López Torregrosa, en el epicentro del tardeo". Se trata, según Pavón, de áreas "para cuya delimitación los técnicos de Urbanismo han tenido en cuenta tanto los niveles acústicos detectados gracias la red de sensores de ruido instalada por la anterior Concejalía de Medio ambiente, como el nivel de saturación de locales existente en la actualidad".
Por último, el líder de Guanyar consideró que "lo que pretenden Echávarri y Díez es contentar al sector de ocio de la ciudad eliminando las restricciones que plantearon los técnicos municipales de Urbanismo y obviando las demandas vecinales para que se ponga coto al ocio descontrolado" en ambos barrios.
La nueva regulación tampoco satisface las expectativas de los residentes de ambos barrios. La presidenta de la asociación de vecinos del Centro Tradicional, Alcázar Moreno, apuntó, en primer lugar, que a juicio del colectivo "no sirve de nada que se pretenda regular la situación a futuro si no se entra a solucionar el problema del presente, que es que existe saturación y molestias por ruido". "No basta con que se nos diga que a partir de ahora se va a limitar la concesión de las autorizaciones; es que ya hay demasiadas y existe demasiada permisividad tanto en ocupación de espacios como en horarios de funcionamiento", subrayó. En esta línea, como Pavón, abundó en que, en la nueva propuesta, se reduce la distancia del radio de acción de 50 a 30 metros como criterio para la concesión de nuevos permisos. "Esa no es la vía para impedir, sino para facilitar", añadió.
En parecidos términos se pronunció la presidenta de la asociación Laderas del Benacantil, Silvia Pardo, quien también rechazó que se pretenda acortar el criterio de las distancias. Pero no sólo eso: señaló que el colectivo ya presentó un escrito de alegaciones con una batería de medidas que no se han tenido en cuenta para solventar el problema de saturación y ruido del Casco Antiguo. A grandes rasgos, en ese escrito se insiste en que se debe acordar la declaración de zona acústica saturada y no de zona saturada; que no se trata de evitar que se amplíen los problemas de ruido, sino de solucionar los que ya hay; que no se focalice la atención en el fenómeno conocido como tardeo, porque se superan los niveles sonoros durante varios días de la semana y en diversos horarios; que se mejore la definición de la tipología de locales con ambientación musical y que se acuerde la retirada de veladores a las 24:00 horas en invierno y a la 1:00 en verano, entre otras peticiones.