MORAIRA. La polémica suscitada por el resultado de la regeneración del Portet de Moraira no cesa.
Primero se hizo pública la denuncia de la plataforma SOS Moraira contra la directora provincial de Costas, Rosa de los Ríos, el alcalde de Teulada, Carlos Linares, y la edil de Medio Ambiente y Playas por un supuesto delito mediombiental y otro de prevaricación, al entender que "por la cantidad de material empleado y su galunometría" se había alterado la fisonomía del Portet "convirtiendo la cala en playa urbana" al tiempo que "perjudicado a la calidad del agua y a la flora y la fauna".
A la citada denuncia le siguió un comunicado del Ayuntamiento de Teulada-Moraira, en el que se precisaba que la actuación llevada a cabo por el Servicio Provincial de Costas fue objeto de fiscalización constante, que se les garantizó que se había realizado "un muestreo y un análisis de la batrimetría de la playa" con carácter previo a su ejecución y "la granometría del material" que se iba a emplear estaba "dentro de los parámetros autorizables", al tiempo que los análisis realizados tras la actuación no reflejan "afección a la pradera de poseidonia oceánica por el aporte del arena".
Y este domingo, Concha Bru, profesora del Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Alicante y que siguió de cerca todos lo relacionado con estos trabajos desde que tuvo conocimiento de los mismos, se sumaba al debate desde la página del Instituto Interuniversitario de Geografía.
A juicio de esta geógrafa, tras la actuación existiría un interés por "ensanchar la playa" anterior a los temporales (cuyos efectos en el Portet, por las características de este enclave, son tan conocidos como limitados) que se usaron para justificarla y que, especialmente, para llevar a cabo lo anterior se habría optado por "la solución más rápida y económica", con el empleo de un material que no reuniría la calidad adecuada.
Para Bru, antes de acometer esta intervención se debía haber evaluado su naturaleza, analizado "las características geomorfológicas, hidrodinámicas litorales, y biológicas-ecológicas de este entorno", "prever sus consecuencias" y, lo que no es menos importante, exigido por el consistorio "el empleo de material de calidad para una regeneración adecuada (granulometría y material lavado de arenas)".