Alicante da oxígeno al ladrillo con permisos para construir 900 pisos en Benalúa, San Blas y San Juan

ALICANTE. La construcción toma aliento en Alicante con cifras inéditas hasta hace sólo unos meses. La Concejalía de Urbanismo acaba de conceder las autorizaciones necesarias para el desarrollo de proyectos en los que se prevé la construcción de cerca de 900 viviendas (895) en tres ubicaciones estratégicas cuya ejecución, en algunos casos, ha permanecido bloqueada durante varios años. El ejemplo más significativo es el del Plan Parcial Benalúa Sur, cuya programación (a través de un PAI) quedó aprobada definitivamente este lunes en Junta de Gobierno tras más de 17 años de trámites en los que se ha tenido que superar todo tipo de vicisitudes. Entre ellas, la retirada de la condición de agente urbanizador a su primer adjudicatario, el grupo Prasa, que se acordó durante el pasado mandato, bajo el Gobierno del PP, por el incumplimiento en los plazos de ejecución.

La nueva propuesta, validada ahora por el actual tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís), contempla la construcción de alrededor de 600 viviendas distribuidas en 11 torres de un máximo de 7 alturas (planta baja más seis) sobre un área de 75.000 metros cuadrados en la que se encuadra el nuevo colegio público de Benalúa, ya en funcionamiento, tres zonas verdes de que suman 12.000 metros y otra zona dotacional de 3.000 metros más. Según fuentes de la Concejalía de Urbanismo, el diseño de la actuación no modifica las condiciones del plan inicial, sino que sólo introduce variaciones que mejoran la adaptación de las obras al terreno existente (aspectos como el encaje de las antiguas chimeneas industriales como elementos protegidos) y que, además, han sido pactadas con las asociaciones vecinales del entorno. 

La ejecución de las obras correrá ahora a cargo de una Agrupación de Interés Urbanístico (AIU) constituida por los propietarios del sector, entre los que se encuentran la familia Cloquell (herederos de Harinas Cloquell, una de las harineras preexistentes en el sector), Tossal Acción Territorial, Urbal Programas Urbanos SL, Huerta del Mar SL, Profu SA y Compañía Inmobiliaria Amandi SA. De acuerdo con los plazos que maneja la Concejalía de Urbanismo, los trabajos de urbanización pendientes (el 62,39% que no llegó a ejecutar Prasa) deben desarrollarse en un plazo máximo de 15 meses "por lo que podrían estar finalizadas durante el verano de 2018" si se cumplen los tiempos estipulados. Todo parece indicar que así será, ya que la AIU ha manifestado su intención de simultanear las obras de la fase de urbanización con la construcción de algunos de las torres de edificios previstas. Urbanismo ya ha confirmado que facilitaría todos los permisos necesarios para hacerlo viable en cuanto se presenten las solicitudes de licencia de obra. 

La de Benalúa Sur se convertirá, así, en una de las principales promociones inmobiliarias -si no la mayor- de las previstas en la ciudad en los últimos años tras la anulación del polémico Plan Rabasa. No obstante, no es el único proyecto que acaba de lograr el respaldo municipal. Según pudo constatar Alicante Plaza, Urbanismo también acaba de conceder licencia (la firma de la autorización es de 29 de noviembre) a la empresa Acciona Real Estate para promover 244 viviendas en el PAU 1. Se distribuirán en tres bloques de 72, 122 y 50 viviendas, respectivamente, junto a la Vía Parque, en el barrio de San Blas: otro de los mejores emplazamientos de la ciudad con solares aún libres. 

A esos dos proyectos se suma la reciente autorización para una tercera promoción de menores proporciones, aunque igualmente simbólica por su situación. Se trata de la construcción de otras 51 viviendas en la Avenida de las Naciones, otra ubicación privilegiada situada en Playa de San Juan, a cargo de la promotora Teide Fondo de Activos Bancarios. 

La concesión de los permisos permitirá que se compatibilice la ejecución de tres grandes proyectos residenciales en la ciudad en lo que podría interpretarse como un incipiente reflote del sector en la capital que habría conseguido superar dificultades como la propia obtención de financiación externa. Y a esas tres obras se sumará al menos un cuarto gran proyecto a partir del segundo semestre de 2017: la promoción de cerca de 170 viviendas de lujo anunciadas por el grupo TM en el solar del antiguo Hotel Sidi. Como publicó este diario, la inmobiliaria con sede en Torrevieja acaba de obtener licencia para demoler el complejo hotelero y dispone de un plazo de seis meses para ejecutarlo (un periodo en el que podrá simultanear trámites para obtener la licencia de construcción de obra nueva). Ese permiso de demolición se concedió menos de tres meses después de que se presentase la petición, una demora que fuentes de Urbanismo consideran razonable si se tiene en cuenta que la legislación sobre la materia (la Lotup) establece un plazo máximo de dos meses. 

El bloqueo en la concesión de licencias viene siendo uno de los flancos por los que le han llovido más críticas al tripartito de Alicante. Tanto los grupos de la oposición como las asociaciones empresariales del sector solicitan desde antes del verano mayor celeridad en la concesión de permisos para no frenar inversiones. La Concejalía de Urbanismo ha contestado a esas acusaciones que en realidad no existe tal bloqueo, que muchas de los proyectos por resolver vienen heredados del anterior mandato y que requieren de más personal para agilizar los trámites. En la Junta de Gobierno de este lunes, PSOE y Compromís felicitó expresamente al edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, por el desbloqueo del sector de Benalúa.