VILLENA. El alcalde de Villena, Fulgencio Cerdán, en representación del Ayuntamiento de Villena, ha presentado alegaciones a la redacción inicial del Plan Hidrológico de la Cuenta del Júcar con la intención de defender los intereses del municipio, de sus agricultores y de las masas de aguas subterráneas que permita recuperar los pozos sobreexplotados. Cerdán ha explicado que “en el marco de la solidaridad, que siempre ha tenido este territorio en materia hídrica, es necesario establecer soluciones para todos los municipios y necesidades. Y ello obliga a aprovechar todos los recursos, que permita romper la dependencia de la costa sobre el agua de los pozos de Villena sí de verdad queremos recuperar los pozos hoy sobreexplotados y defender la viabilidad del sector agrícola de nuestro municipio y comarca”.
Uno de los elementos que considera vitales para el abastecimiento de las comarcas alicantinas que hoy se nutren de las aguas subterráneas del Vinalopó es garantizar un trasvase Júcar-Vinalopó viable medioambiental y económicamente. Por ello, las alegaciones rechazan de pleno la decisión de eliminar la exención del coste de amortización de la obra del trasvase, que se pretende volver a repercutir a los regantes del Vinalopó. La postura del Ayuntamiento de Villena es muy clara y dice textualmente que “el Plan elimina la exención de costes del trasvase Júcar-Vinalopó, pese a que sí está incluida dicha exención en la planificación actual, sin que se haya realizado una justificación sobre el cambio de criterio adoptado, por lo que solicitamos que se vuelva a incorporar la exención de pago de la amortización de las obras del trasvase”.
Porque si no, explica Cerdán, “se dará la paradoja que nuestros agricultores y regantes de Villena, que han hecho todos los esfuerzos e inversiones de mejora en la gestión del agua, que han sido solidarios con otros territorios, tengan que asumir - con el incremento en el precio del agua que conlleva – el coste correspondiente a una obra pensada para proteger sus propios pozos y atender a otros territorios, todo ello en un contexto de Cambio Climático e incremento de los costes energéticos”.
En este sentido, las alegaciones apuntan a la necesidad de atender la realidad que genera el cambio climático, que reduce la disponibilidad de recursos hídricos. Por ello, el primer edil de Villena entiende que es necesario incrementar la producción de caudal de agua de otras fuentes ajenas a las aguas subterráneas. “El Plan contempla medidas para incorporar recursos no convencionales que compensan las extracciones de masas subterráneas del Vinalopó, pero consideramos que existe aún un margen de mejora en la optimización tanto de la incorporación de dichos recursos no convencionales como de la ampliación de su distribución a toda la zona de influencia de los puntos de generación (EDARs y desalinizadoras), en todos los casos en que sea técnicamente viable”.
Lo que reclama el alcalde de Villena es una corresponsabilidad que no recoge el plan de cuenca, en el sentido que han venido haciendo las comunidades de regantes de Villena en las últimas décadas, que “han realizado importantes esfuerzos para modernizar los sistemas de riego, reduciendo el consumo de aguas subterráneas y, en la misma línea, debe realizarse también un esfuerzo adicional por parte las demandas externas para un aprovechamiento más eficiente del recurso hídrico”.
Y por ello, añade el primer edil en su escrito, “en esta alegación pedimos que se revisen las posibilidades de maximizar, en tanto exista viabilidad técnica, el aprovechamiento de los recursos no convencionales con la implantación de nuevas infraestructuras que permitan tanto incrementar los recursos a obtener como ampliar la zona de influencia a abastecer con tales recursos, con objeto de reducir la dependencia de las masas de agua en mal estado cuantitativo del Vinalopó”.
En concreto, lo que se reclama por parte del Ayuntamiento de Villena es que aproveche al máximo las plantas desalinizadoras de Mutxamel, Alicante I y Alicante II, así como los recursos posibles del Canal del Taibilla, para que los territorios que se abastecen de estas infraestructuras dejen de depender de los recursos extraídos de las masas subterráneas de aguas del Vinalopó.