CASTELLÓ. La alfarería acompaña a la humanidad desde hace miles de años, desde que en Mesopotamia nació una primera versión de los actuales tornos, en los que los artesanos del barro y de la arcilla de la época comenzaron a fabricar sus creaciones. Una tradición que se ha consolidado como una seña de identidad de muchas áreas geográficas de España, entre ellas la cuenca mediterránea, durante muchos siglos.
No obstante, en la actualidad el oficio de alfarero y sus producciones parecen haber dejado de seducir al mercado y ya son pocas, aunque resistentes, las personas que lo ejercen. Uno de ellos es Tilman Vogelgsang, más conocido por Tilo. De origen alemán, de Stuttgart concretamente, tiene su taller en Xiva de Morella, lugar que conoció en la década de los años 80 del siglo XX, cuando sus padres compraron una casa donde pasaba largas temporadas durante las vacaciones. Fue allí donde abrió su taller en 1992. "La alfarería era una cosa que siempre me ha gustado, ya que he vivido rodeado de referencias de cerámica", explica Tilo.
Su taller ocupa el espacio donde antes estaban las antiguas escuelas de esta pequeña localidad dels Ports, que ahora cuenta con algo más de 20 habitantes. "Me gusta estar aquí por la tranquilidad que tengo, los vecinos somos como una familia".
Alumno de grandes maestros
Tilo insiste en recordar que Juan Martínez Villacañas, conocido como Tito, galardonado con Premio Nacional de Artesanía en los años 2006 y 2012, así como Premio Nacional de Cerámica en 2011, fue su maestro durante tres años en su taller de Úbeda. Además, también quiere reconocer los conocimientos que le aportaron Antonio Gayán y el alfarero francés Bernard Mahieux.