VALÈNCIA. La ciudad es uno de los escenario naturales de la novela desde el siglo XIX, hasta el punto que este género literario es urbano casi por definición. Las ciudades tienen novelas. Las novelas buscan ciudades. Así lo cree la investigadora Maite Ibáñez. “La ciudad es un escenario lleno de relatos, que la literatura permite imaginar mientras la recorres y la descubres”, comenta. “Si existen estudios de urbanismo con perspectiva de género, apoyados en la sostenibilidad y la participación, ¿por qué no íbamos a encontrar este ingrediente también en las voces de las autoras que escriben sobre la ciudad?”, se pregunta.
Ibáñez forma parte de una nueva generación de intelectuales que viven en un contexto en el que se comienzan a suplir los olvidos del pasado. Recientes propuestas, como el Día de las Escritoras, pretenden compensar siglos de silencio y devolver al lugar que merecen autoras acalladas por las dinámicas del poder. Este Día de las Escritoras es una iniciativa de la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias y la Asociación Clásicas y Modernas para la igualdad de género en la cultura, se celebró en la Biblioteca Nacional por primera vez en octubre de 2016, y ha tenido su reflejo también en València, donde se han realizado ediciones en Les Corts.