VALÈNCIA. La dureza con la que se reivindican los problemas valencianos cuando un partido está en la oposición no es la misma que la que se aplica cuando forman parte del Gobierno. El president de la Generalitat, Ximo Puig, por ejemplo, se mostró comprensivo hace tres semanas con la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a pesar de su patada a seguir con la reforma de la financiación y su tono distó del que empleó cuando el Gobierno central lo presidía Mariano Rajoy, y esta semana le ha tocado el turno a los diputados valencianos de Podemos en el Congreso de los Diputados rebajar expectativas con esta cuestión.
El grupo parlamentario Unidas Podemos (UP) ha registrado una enmienda a la moción registrada por Compromís la semana pasada en la que pedía reformar el sistema de financiación, instaurar como medida transitoria un Fondo de Nivelación para las Comunidades Autónomas infrafinanciadas e inversiones en infraestructuras equiparables al peso poblacional que modifica por completo el contenido original para, en definitiva, descafeinar todas las demandas.
Los morados han rebajado de tal forma la redacción del texto que, incluso, Compromís ha advertido que no lo aceptará a no ser que UP se preste a negociar una redacción intermedia que no suponga para los valencianistas "renunciar" a prácticamente todo lo que piden. No en vano, el diputado Joan Baldoví ya pidió la semana pasada "unidad" para que las demandas valencianas logren salir adelante en el Congreso de los Diputados. Unanimidad que el Botànic encontró en la legislatura pasada en varias mociones en Les Corts -con el apoyo de Podem incluido- pero que ahora no parece que halle en Madrid.