VALÈNCIA. La Ejecutiva del PSPV celebrada el pasado lunes significó el pistoletazo de salida para el congreso extraordinario del partido que el secretario general, Ximo Puig, había anunciado semanas antes. La cita se había aplazado en dos ocasiones por la falta de acuerdo entre los aspirantes a la sucesión, pero finalmente desde la cúpula socialista se optó, con el visto bueno de Ferraz, de poner en marcha el proceso, cuyo calendario debe ratificarse en el Comité Nacional del próximo sábado.
Hasta ahora, tres dirigentes han mostrado o deslizado su interés por presentarse: la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; el secretario provincial de Alicante, Alejandro Soler, y su homólogo de Valencia, Carlos Fernández Bielsa. Las precandidaturas deberán formalizarse entre el lunes y martes de la semana que viene.
Ahora bien, llegados a este punto conviene analizar lo ocurrido hasta ahora y lo que pueden deparar los próximos días. En las últimas semanas, los movimientos estratégicos han seguido diversas direcciones: el más decidido en su intención de presentarse ha sido el ilicitano Alejandro Soler, quien incluso se ha abierto públicamente a una bicefalia en la que él ejerciera como secretario general y pudiera existir otro cabeza de lista a la Generalitat, por ejemplo, la ministra Morant.
Esta firmeza de ir hacia delante llegó a concretarse incluso con la intención de presentarse como aspirante a liderar el PSPV el sábado 13 de enero en la sede del partido, una posibilidad que la dirección federal del partido, con el secretario de Organización Santos Cerdán a la cabeza, se encargó de frenar, dado que en Madrid aspiran a que pueda existir un consenso que evite unas primarias a cara de perro.
La vehemencia de Soler parecía tener un doble objetivo: motivar a sus bases y mostrarle a Morant que para liderar el PSPV tendrá que presentarse y ganar unas primarias, un reto siempre arriesgado para una ministra, dado que quedaría muy 'tocada' si pierde una votación de estas características.
Sin embargo, esta segunda parte de la estrategia no parece haber tenido el efecto deseado. Aunque la ministra no ha verbalizado públicamente que vaya a presentarse, sí lo ha transmitido internamente tras recibir la luz verde de Pedro Sánchez, que prefiere -así lo interpretan distintas fuentes socialistas- tener a una dirigente de su gobierno al frente de la federación valenciana.