CASTELLÓ. Una de las medidas que la Conselleria de Agricultura anunció hace ahora casi un año para luchar contra el cotonet de Sudáfrica, el tratamiento con el insecticida prohibido (metil clorpirifos) en los campos con más afección (lo que conllevaba obligatoriamente la destrucción de la fruta), apenas ha tenido incidencia. 

En la rueda de prensa que este martes ha ofrecido el secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes, en la Casa dels Caragols de Castelló, este ha señalado que apenas han sido 42 las hectáreas en que se ha aplicado este tratamiento preventivo. Fuentes de su departamento concretan que esta superficie se reparte entre 11 municipios, nueve de ellos de la provincia de Castellón y otros dos de Valencia, distribuidos en cuatro comarcas. 

La razón de que esta medida "profiláctica", como la ha denominado Llanes, no haya triunfado estriba en que, como se ha dicho, los productores debían destruir la producción de todo el huerto, ya que ningún producto consumido en Europa puede albergar este insecticida. Así, y como es lógico, los productores han preferido llevar fruta al mercado, aunque fuera poca, antes que destruir toda la producción de estos huertos, para así obtener algún rendimiento.