Creo que no me equivoco si digo que cuando bajan las temperaturas no hay nada mejor que un un buen y contundente caldo para templar al cuerpo. Podría haber elegido la versión española pero es que mañana se celebra el año nuevo chino y había que mimetizarse.
Para quien aún no haya sucumbido al placer de este plato oriental, el Ramen es una sopa que se prepara con caldo, fideos chinos y verdura (luego especificamos). Es un plato de origen chino y no japonés como muchos creen, aunque fue en Japón donde se popularizó y se llevó la receta a su máximo esplendor, ya que la inicial era una sopa muy sencilla.
Llevo ya un tiempo en busca del mejor ramen vegano, y no ha sido fácil, de hecho había desistido hasta hace unos meses que entré en Damura Ramen Bar. Pero rebobinemos, que me pueden las prisas.
El primer ramen que probé fue hace un año aproximadamente en Ryukishin, era el plato de moda por aquel entonces. En su momento me dijeron que no era vegano, hoy parece que sí lo es. No estaba mal, pero no fue suficiente para entender el fanatismo de la gente por este plato.