VALÈNCIA. Los principales socios del ya pasado Consell del Botànic, PSPV-PSOE y Compromís, sufrieron una amarga derrota en las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo. No obstante, los comicios generales convocados a renglón seguido para el mes de julio les proporcionaron un balón de oxígeno nada desdeñable: ambas formaciones lograron un resultado que les permite incluso soñar con asumir alguna competencia estatal.
Pero como escribía Calderón de la Barca, los sueños, sueños son. Y no son pocos en ambas formaciones los que prefieren apelar a la prudencia y que, por el momento, estas posibilidades queden en la habitación de Morfeo.
En el caso de los socialistas valencianos, pocos dudan de que el expresidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, sería un gran ministro. Todo apunta a que el dirigente se situará entre los barones a los que no se le caigan los anillos por defender la complicada negociación de Pedro Sánchez con Junts, con una petición de amnistía a los condenados por el 'procés' ya sobre la mesa. Algunos hablan del Ministerio de Política Territorial, otros mencionan Industria y, los más próximos al expresidente, apuntan Cultura como una cartera apetecible si es que Sánchez consigue repetir en La Moncloa.