VALÈNCIA (EFE/María Jesús Ezquerro). La inyección de más de 7.000 millones anunciada por el Grupo Volkswagen para electrificar sus plantas en España insufla esperanza en el sector del motor en Cataluña, muy tocado por la marcha de Nissan y la crisis de los chips, aunque afloran también miedos por el impacto sobre el empleo.
Esta inversión millonaria, que el consorcio alemán compartirá con otros socios privados, irá destinada básicamente a transformar las plantas de Seat en Barcelona y de Volkswagen en Pamplona, así como a la gigafactoría de baterías que se construirá en Sagunto (Valencia).