VALÈNCIA. Al final, la cuerda se rompió. Esa es la conclusión que cualquiera podría sacar de la última negociación del Botànic -conformado por PSPV, Compromís y Unides Podem- para sacar adelante los Presupuestos de 2022. Tanto las propias declaraciones este viernes de la vicepresidenta del Consell y portavoz del Ejecutivo, Mónica Oltra, como las posteriores conversaciones entre las diferentes partes del gobierno, pusieron en evidencia que las posturas se encontraban ayer, salvo 'milagro botánico', demasiado lejos para alumbrar un acuerdo de las cuentas que posibilite presentarlas este domingo.
Y es que precisamente ese día, 31 de octubre, es el último dentro del plazo legal para depositar las cuentas en Les Corts tal y como refleja la Ley de Hacienda Pública valenciana y el artículo 76.4 del Estatuto de Autonomía. Un hecho sobre el que la propia Oltra restó ayer importancia al ser preguntada en rueda de prensa: "No es un cataclismo", señaló, en referencia a la posición del Consell respecto a incumplir los plazos legales.
Ahora bien, esta circunstancia debilita el propio Pacto del Botánico. Desde la llegada la poder de la izquierda en 2015, esta será la primera ocasión en la que no se depositan las cuentas en Les Corts Valencianes en el tiempo marcado. Compromís quita hierro al asunto y señala que otros años -como el anterior- se entregaron los presupuestos "en tiempo pero no en forma", en referencia a las correcciones posteriores que debieron realizarse. En este sentido, desde la coalición valencianista hacen suyas las palabras de la vicepresidenta en la rueda de prensa: "Debemos hablar del qué y no del cuándo".
La discusión, obviamente, no terminó tras la rueda de prensa de Oltra. Desde el PSPV liderado por Ximo Puig, la intención de presentar las cuentas como tarde este domingo y cumplir así los plazos se ha establecido como una prioridad, dado que sigue siendo un argumento de peso para trasladar la seguridad y fiabilidad del Botànic. Un axioma que para Compromís no tiene la misma preeminencia: lo importante para Oltra y su entorno es que de la comisión política salga un acuerdo robusto en el que todas las parte estén conformes.
El papel de la comisión política
Semanas atrás, tanto Oltra como el vicepresidente segundo del Consell, Héctor Illueca, de Unides Podem, plantearon la creación de una comisión para negociar de forma global las cuentas. Una condición que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aceptó.
Ahora, el papel de este órgano -en el que todos los partidos del Ejecutivo están representados- se cuestiona desde Presidencia, dado que no ha servido para que las cuentas estén listas a tiempo. En la otra orilla, desde Compromís defienden que, precisamente, los presupuestos se dirimían antes en encuentros bilaterales entre la Conselleria de Hacienda -dominada por los socialistas- y los otros departamentos. Ahora, sin embargo, todos los actores participan y conocen la situación de todos los participantes.
¿Es la comisión la causa de que, por primera vez, no se presenten las cuentas? Desde Compromís opinan que no y, de hecho, insisten en que el problema ha llegado por el retraso del documento final de ingresos a percibir de fondos exteriores, lo que ha lastrado el proceso. Sin embargo, los socialistas aseguran que las cuentas no están saliendo a tiempo porque la coalición valencianista se ha negado a recortar partidas cuando ya no pueden exprimirse más los ingresos y todavía quedan cientos de millones de euros que recortar.