CASTELLÓ. La fabricación de elementos decorativos a partir de materiales que aporta la naturaleza como piedras o conchas, entre otros, fue una constante entre las civilizaciones del pasado. Colgantes, anillos o pulseras eran un signo de condición social en épocas en las que también era muy importante la apariencia física. Esa tradición dio lugar al nacimiento de la bisutería, un arte que favoreció la creación de reconocidas empresas a nivel mundial ubicadas en las grandes ciudades al amparo de la moda. Salvando la distancia de las grandes marcas, pero en constante evolución, hace seis años inició su camino la firma Tralará Jewelry, además desde un pequeño rincón, emblema de la comarca del Alto Mijares: Montanejos.

Desde allí, su creadora, Mónica García, ha conseguido posicionar una marca que diseña y fabrica bisutería con materiales de alta calidad. "El crecimiento ha sido exponencial y ya vendemos a nivel nacional e internacional. Fabricamos 20.000 piezas al año y Tralará ya tiene 50 colecciones a la venta", señala la gerente, que explica que ahora "estamos bien posicionados, pero ha sido fruto del trabajo de los últimos años".

De València a Montanejos

Todo comenzó, se puede decir, por casualidad. Mónica y su marido Vicente vivían y trabajaban en València como comerciales, pero cuando decidieron tener hijos pensaron en ir a vivir a Montanejos, el pueblo de él. "No nos agradaba la idea de tener que contratar a alguna persona para hacerse cargo de los pequeños, así que vinimos aquí, donde viven mis suegros. Y tenían una tienda de regalos y de souvenirs en la que se vende de todo, desde decoración a artículos de ferretería, aquí la conocen como El Corte Inglés, y comenzamos a trabajar en ella", recuerda Mónica.