Allí lleva 14 años sirviendo los sabores de siempre pero eso sí, hechos a su manera y sin pizca de carne o lácteos en ninguna de sus recetas. Lo interesante es que la Tavernaire no es reconocida solamente por ser vegana, de hecho gran parte del público que pasa por allí no lo es. Y esto es un logro si lo comparamos con muchos otros locales vegetarianos porque la mayoría levantan esta bandera primero y luego ya te cuentan lo que son. Pero esta taberna es conocida por lo que es, por su esencia, porque los locales pequeños sin muchas pretensiones y con los sabores de siempre enamoran y si encima está bueno todo lo demás ya viene luego.
La primera vez que fui pedí unas bravas con alioli vegano y arroz al horno. Sí señor, arroz al horno vegano con morcilla vegetal. Aquello estaba espectacular. Importante decir que hacía años que no lo probaba, así que me llevaron al cielo con aquel plato. Y las bravas no son para menos. Todo aquel que pasa por esta taberna destaca que son de las mejores que ha probado en la ciudad, y no solo compitiendo con las veganas.