VALÈNCIA. El nuevo curso político da sus primeros pasos y, en la Comunitat Valenciana, lo hace con un reto pendiente para el nuevo gobierno conformado por PP y Vox. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, esgrimió durante la campaña la necesidad de quitar "grasa" en la Administración y acusó al Consell del Botànic de haber generado una estructura sobredimensionada.
Ahora, y cuando todavía tiene pendiente al menos una decena de nombramientos en el segundo escalón del Ejecutivo, ya tiene sobre la mesa la urgencia de comenzar a plasmar una remodelación del sector público poblado por toda suerte de organismos autónomos, entidades de derecho público, agencias y sociedades mercantiles, como lo es el aeropuerto de Castellón, cuya dirección, todavía en manos de Blanca Marín, está pendiente de renovación. Este es un ejemplo de ente cuya continuidad es necesaria, pero lo cierto es que otros podrían fusionarse y en algunos casos, el PP apuesta por eliminar organismos.