CASTELLÓ. El 2023 arranca como terminó el 2022, con malos datos para el sector azulejero de la provincia, que sigue atravesando uno de los momentos más críticos de las últimas décadas por los altos costes de la energía y la crisis de demanda. Una de las consecuencias más preocupantes de esta crisis es su impacto en el empleo de la provincia, y es que a lo largo del pasado mes de enero se registraron 4 nuevos Expedientes de Regulación de Empleo que afectarían a un total de 331 trabajadores.
Estos nuevos ERE no son los únicos que se han registrado en el sector azulejero desde que empezase la crisis energética, de hecho desde julio de 2022 a diciembre se presentaron otros 8 expedientes que supusieron un total de 431 despidos. La situación en términos de empleo todavía es más dramática si se tiene en cuenta la pérdida de afiliados de julio a diciembre del 2022 del sector de fabricación de baldosas (concentrado en un 90% en la provincia de Castellón). En concreto, el sector del azulejo ha perdido 1.016 cotizantes en el último semestre de 2022. Una cifra que los sindicatos prevén que siga en aumento si no se toman medidas contundentes que salven al sector.