VALÈNCIA. A izquierda y derecha. La presión sobre los socialistas valencianos vuelve a acrecentarse en lo que se refiere a la eternamente pospuesta reforma del sistema de financiación autonómica, caducado desde 2014 y cuya modificación se encuentra varios meses atascada en el Ministerio de Hacienda que lidera su compañera María Jesús Montero.
Así, el PSPV que encabeza el también presidente de la Generalitat Ximo Puig sufre ahora los rigores de las expectativas creadas pero no satisfechas. Desde que el Gobierno envió en diciembre –con días de retraso sobre lo prometido– a todas las CCAA su propuesta de lo que podría ser el "esqueleto" del futuro sistema, no solo no ha habido más avances, sino que se multiplican los indicios que apuntan a que el asunto quedará de nuevo olvidado en un cajón.
El movimiento del Ministerio de Hacienda, especialmente celebrado por los cargos socialistas en el Consell, parecía la evidencia de que, esta vez sí, el Gobierno de España caminaba con paso aparentemente firme hacia el cambio de un modelo que año tras año castiga a la Comunitat Valenciana como la región peor tratada junto a Murcia en financiación por habitante.
Las CCAA presentaron sus respectivas alegaciones al proyecto del Gobierno en enero y quedaron a la espera de que Montero, a través de la convocatoria de un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), se sentara a dialogar sobre una propuesta final de nuevo modelo. Este paso, de momento, no se ha producido ni tiene visos de producirse a corto plazo, ya que el departamento de Montero ni siquiera ha dado respuesta a las alegaciones.
La Comunitat Valenciana, especialmente interesada en que el los factores demográficos se impongan sobre los geográficos en el cálculo de la población ajustada para repartir los recursos en el futuro sistema, fue una de las más diligentes para plantear sus alegaciones a una propuesta que consideraron poco consistente desde el punto de vista técnico.
Hacienda mira al PP y a las CCAA
Casi tres meses después de recibir las alegaciones, el Ministerio de Hacienda continúa instalado en el inmovilismo. Las alegaciones autonómicas están siendo "analizadas" desde hace semanas, pero aún no hay fecha para contestar ni visos de que el Gobierno vaya a dar el paso de poner sobre la mesa una propuesta concreta para comenzar a buscar el consenso necesario para la reforma.
"No hay novedades", reconoce al respecto el departamento de María Jesús Montero. A preguntas de Valencia Plaza, Hacienda explicó que trabaja "en busca del mayor consenso", pero subraya que este "no depende únicamente del Gobierno". "También depende de las CCAA y del PP, dado que gobierna en varias comunidades", añade el ministerio en alusión a la división que existe entre las propias comunidades sobre las líneas maestras del futuro modelo.
Pero los hechos recientes demuestran que la reforma parece haber caído de la lista de prioridades de los dos grandes partidos, sin cuyo concurso será imposible alcanzar la mayoría cualificada que requiere esta reforma. El asunto ni siquiera se puso sobre la mesa en la reciente reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición y nuevo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.