VALÈNCIA.- La facultad de Bellas Artes de València fue el origen de un breve —brevísimo— grupo de diseñadoras formado por Amparo Simó, Amparo Montoya, Cristina Gutiérrez, Lourdes Ortún y Elena Ferrer. El «estudias o trabajas» que servía para romper el hielo en la noche de los garitos era respondido por estas cinco compañeras, integrantes y fundadoras del grupo DequeDéque, con una afirmación doble.
Los apenas cuatro años de trayectoria conjunta del grupo —entre 1987 y 1990— son ahora revisados gracias a la participación de este colectivo en dos exposiciones que casi han coincidido en el tiempo: Ruta gráfica. El diseño del sonido de València, que reivindica en el IVAM el legado plástico de la ruta del bakalao, y Artistas y máquinas. Diálogos en el desarrollo del arte digital, acogida por el Centre del Carme en diciembre del pasado año.
Compañeras y amigas
«Teníamos tanto una amistad como una afinidad en el modo de ver el arte, con intereses comunes como en el caso del pop art. Por ello fue natural comenzar a colaborar juntas». A mediados de los años 80 la especialidad del diseño gráfico no se encontraba todavía demasiado extendida, ni entre las propias carreras más afines como puede ser la de Bellas Artes. «Una de las particularidades de todas nosotras», señalan desde DequeDéque, es «que todos los trabajos encomendados por nuestros profesores los enfocábamos hacia el terreno de la gráfica, ya fuera el cartel o la portada de libros». Ese enfoque en el trabajo en equipo fue un motivo de unión, al igual que la participación de todas las componentes en un seminario de arte electrográfico y copy art impartido por José Ramón Alcalá y Fernando Ñíguez, en el que se planteaba la creación artística mediante el uso de fotocopiadoras como medio de manipulación de textos e imágenes.