VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València y los sindicatos buscan la fórmula para salvar la Oferta Pública de Empleo extraordinaria que trata de reducir la temporalidad en la administración después de que el Juzgado número 5 de lo contencioso administrativo de Valencia haya declarado nulos dos apartados de las bases por considerar que estos vulneran el principio de igualdad, mérito y capacidad en el acceso a la función pública que garantiza la Constitución.
La concejalía de Personal que dirige Julia Climent y los sindicatos tienen previsto reunirse el próximo jueves en una Mesa General extraordinaria para tomar una decisión sobre el proceso que arrancó en noviembre de 2022 y que, ahora mismo, ha quedado paralizado a la espera de definir la nueva hoja de ruta del consistorio tras el varapalo del fallo judicial. Las opciones, eso sí, son pocas y todas tienen riesgo asociados.
Por un lado, existe la posibilidad de que la corporación local, de la mano de los sindicatos, decida empezar de cero con todo el procedimiento: negociar un baremo nuevo en una Mesa General (un trámite que suele ser costoso y largo) y posteriormente publicar una nueva convocatoria. Esta opción, eso sí, tiene un hándicap importante: el tiempo. Ya que según la Ley 20/21 por la que se pusieron en marcha las OPE de estabilización para reducir el número de interinos en las administraciones públicas obliga a haber finalizado todos los procesos en diciembre de 2024.
Ahora bien, si se abriera una convocatoria nueva, jugaría con el reloj en contra, dado que se debería dar un plazo para que los interesados pudieran alegar contra las bases, que los aspirantes presentaran sus méritos, publicar una lista de admitidos, que los servicios municipales baremaran a aquellos que se presentaran, publicación de listado de provisionales y finalmente de personas que hubieran logrado estabilizarse en una plaza. Entre medias, además, alegaciones contra listados provisionales, impugnaciones en caso de considerar que la baremación obtenida no ha ido la correcta, y un largo etcétera. Toda una maraña burocrática que en un año es complicado que estuviera resuelta. De hecho, cabe recordar que el proceso anterior arrancó con la publicación de las bases el 3 de marzo y a día de hoy todavía no se encontraban baremados todos los aspirantes siquiera ni había listado de provisionales.