VALÈNCIA. La Dana, que asoló el territorio valenciano el pasado mes de octubre, ha tenido un impacto económico y social sin precedentes en 89 municipios de la provincia. En ese sentido y, de forma más precisa, un estudio elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) pone cifras a un desastre que ha destruido al menos el 20% de los activos públicos y privados de las zonas afectadas, lo que equivale a más de 17.000 millones de euros en pérdidas.
El informe, presentado este viernes por el director del Ivie, Francisco Pérez, y su director adjunto, Joaquín Maudos, subraya la elevada vulnerabilidad de los 89 municipios afectados, que representan el 35% de los activos totales de la provincia. Esta área concentra a más de un millón de habitantes y cerca de 60.000 empresas, lo que supone el 30% del empleo y del valor añadido de la región valenciana. Sin embargo, la expansión demográfica y el cambio en el uso del suelo, que ha pasado de ser agrícola a intensamente urbanizado, han reducido la capacidad del territorio para absorber fenómenos extremos.
"Estamos hablando de una zona con una altísima densidad demográfica, como ocurre en l'Horta Sud, donde se multiplica por seis la media provincial. Este tipo de ocupación, combinado con un esfuerzo inversor insuficiente en infraestructuras preventivas, nos vuelve más vulnerables", ha explicado Pérez. Tampoco ayuda la caída de la inversión pública en infraestructuras hidráulicas, que, desde el año 2011, ha sufrido un descenso del 75%, pasando de 200 millones de euros anuales a menos de 50 millones.