VALÈNCIA. Quedan alrededor de 500 días para las elecciones municipales del año 2023, pero los grupos políticos del Ayuntamiento de València ya calientan motores y empiezan a ocupar sus respectivas posiciones. Una de las principales pugnas será la del bloque de izquierdas contra el bloque de derechas, batalla que se vaticina ajustada después de que en los anteriores comicios la diferencia entre uno y otro se decidiera por un solo voto. Y no parece que la situación vaya a cambiar de cara a la siguiente cita. Sin embargo, dentro de los bloques también se aprecia un palpable interés por delimitar perfiles entre partidos, y uno de los más evidentes en este sentido a lo largo de las últimas semanas ha sido Compromís.
Y es que, el grupo liderado por Joan Ribó se ha esforzado por remarcar públicamente sus diferencias de opinión y de agenda con respecto al Partido Socialista, sus socios de gobierno, en cuestiones que tienen tanto que ver con la ciudad como con asuntos de índole autonómica y estatal. Una actitud que podría manifestar el interés por desmarcarse y ocupar su propio espacio electoral, con el objetivo de seducir a los votantes y volver a repetir como el partido más votado dentro de la unión de izquierdas.
En los últimos días, Compromís ha agitado de cara a la opinión pública cuestiones como el hotel-residencia de estudiantes de Saïdia o la acequia de Benimaclet, que también despierta al mismo tiempo las desavenencias con respecto al PAI. Tendencia que asimismo se aprecia en otras disputas acumuladas como la tasa turística, la remodelación de la Avenida Ausiàs March, o asuntos más genéricos como el servicio de Cercanías o la ampliación del Puerto.
La acequia de Benimaclet y el PAI
Las obras para llevar agua limpia a los huertos regularizados del barrio de Benimaclet ha agitado uno de los últimos puntos de desencuentro entre Compromís y el PSPV. Y es que, hace poco, se detectó que uno de los ramales de la acequia de Mestalla que se utiliza para regar la zona portaba agua contaminada. Ante esta circunstancia, el Ayuntamiento llegó a un acuerdo con la comunidad de regantes para realizar una nueva conexión a un ramal limpio, de manera que los huertos pudieran seguir funcionando con normalidad y sin ningún tipo de riesgo. Ahora bien, de la intervención tan solo se podrían beneficiar las parcelas que estuvieran correctamente agendadas en el registro de la comunidad de regantes. El resto, consideradas irregulares por no participar ni pagar cuota, no.